Admite que muchos se refieren al programa como el Operación Triunfo de la música clásica, pero Raúl Benavent quiere que Clásicos y Reverentes, el nuevo espacio de TVE en el que participa, tenga su propia personalidad y no sea visto como una mera adaptación a la clásica del famoso concurso de música pop. Este músico de Benigànim, en plantilla en la orquesta de RTVE desde hace 18 años como solista de percusión, es uno de los profesores ( coach, lo llaman ahora) de los intérpretes que aspiran a llevarse el premio: participar en un concierto de la orquesta de la radiotelevisión estatal.
Clásicos y reverentes consta de trece entregas, de las que ya se han emitido tres. El horario de emisión es un poco cruel: los domingos por la mañana en la segunda cadena. Los finalistas tendrán como premio tocar con la Orquesta y Coro de la radiotelevisión pública como colofón a unas semanas de ensayos y convivencia con la plantilla de esta prestigiosa formación.
Benavent explica que pese al horario y el día de emisión, «el programa tiene sus 200.000 espectadores; un 2% o casi un 3% según los días. Eso, ahora, son cifras muy respetables. Si lo pusieran en la primera y a las siete o las ocho de la tarde, quizá nos llevaríamos una sorpresa», deja caer. Pero hoy día ver la televisión en el momento y desde el salón de casa es casi prehistórico para los jóvenes, de ahí que en redes sociales y en entradas a TVE a la Carta (la web de la televisión pública) el espacio está teniendo una repercusión casi mayor, asegura Benavent. «Está claro que un canal como Telecinco jamás ofrecerá un programa como éste. Y TVE no lo coloca en horario de máxima audiencia, pero al menos lo produce y lo emite tenga la audiencia que tenga», señala.
Televisión Española siempre ha cuidado la música clásica para niños a través de formatos lúdicos a la vez que educativos. Cómo no recordar (los de más de 40 años) aquel mítico El mundo de la música, de Angelines Morales y el profesor Enrique García Asensio con su concursillo de futuros directores de orquesta en el que el regalo era una batuta. O esa otra leyenda catódica que fue El Conciertazo, de Fernando Argenta (1993-2007), al que sucedió el Club Pizzicato que alumbró a una estrella: el violinista Ara Malikian. O sin ir más lejos, el Virtuosos de 2016. «Está un poco en esa onda», explica Benavent, quien añade que este programa persigue «que la clásica entre de una manera más desenfadada en los hogares. Que lo vea un público más amplio; que tenga un valor pedagógico, didáctico. Y que sea ameno y divertido también, pero sin ser chabacano», explica.
Al músico se le dan pautas
Todos los programas de Clásicos y Reverentes ya se han grabado, pero las emisiones van por el tercero. De ahí que los finalistas ya han tocado con la orquesta y ya se han impregnado del ambiente previo de ensayos y pruebas en el seno de esta formación. En cuanto al papel de tutor que Benavent ejerce junto a otros tres compañeros, el músico explica que ha recibido algún comentario negativo por el hecho de ser un percusionista pero, en cambio aleccionar a intérpretes de flauta o de clarinete. «Eso es desconocer nuestra labor», explica. «Al músico que me asignan yo no le doy clases especializadas de su instrumento si no que le doy pautas para llegar mejor al jurado, para combatir el miedo escénico, para mejorar en expresión corporal... Lo específico de ese instrumento no es lo mío», añade.
La faceta de Benavent como músico profesional es ampliamente conocida en su localidad y en el resto de la Vall, donde ha dirigido durante casi diez años un curso de percusión y un festival de verano. A través de esa inmensa labor didáctica, Benavent y otro músico de Benigànim, Esaú Borredà, que toca en el Teatro Real de Madrid, han formado a decenas y decenas de jóvenes aspirantes. Sin embargo, ambos certámenes han desaparecido de la programación de su localidad. ¿La razón? Según Benavent, «porque cuando la política entra en esta cosas, malo. Hay políticos que sólo valoran las cosas en función de si lo hacían los anteriores, y no en función de si es bueno o no. Y ahí lo dejo».
