El caso de Mahdjouba Mohamed Hamdidaf, Mayuba, la joven saharaui de Genovés retenida por su familia biológica en los campamentos de Tinduf (Argelia) en 2014, y la movilización que el caso motivó, está siendo de ayuda para las familias de acogida de jóvenes saharauis que siguen retenidas en Tinduf. El padre de Mayuba, Batiste Llopis, está colaborando con las cinco familias españolas que han denunciado la retención de las jóvenes saharauis que tienen acogidas „algunas incluso adoptadas legalmente„ y días atrás organizó una reunión entre estas familias y el presidente del Senado, Pío García Escudero, reunión a la que asistió el propio Llopis.
El vecino de Genovés, que mantiene una gran amistad personal con el senador Joan Lerma, concertó gracias al también expresidente de la Generalitat Valenciana la cita con el presidente del Senado „que tuvo lugar en el Salón de las Autonomías del edificio de la cámara alta en Madrid„, a la que Lerma también acudió. García Escudero se comprometió a realizar gestiones con el Ministerio de Exteriores, con instituciones europeas e incluso se ofreció a llevar al parlamento español los casos para intentar su resolución, y que las saharauis, retenidas contra su voluntad, pueden regresar a España, tal como desean, explicaba ayer a Levante-EMV Batiste Llopis. El de Genovés señalaba que se están llevando a cabo «diversas acciones para hacer presión ante Argelia y el Frente Polisario, para que las familias dejen en libertad a las jóvenes», remarcaba.
En la reunión en el Senado participaron las familias de Maloma, Najhiba, Darya, Susú y Koria, las cinco jóvenes retenidas contra su voluntad en Tinduf y cuyas familias españolas han denunciado el caso en el Tribunal de Derechos Humanos, en las instituciones de Exteriores y en Argelia. Aunque existen 51 casos de mujeres saharauis que residían en España y que tras viajar a los campamentos de Tinduf para ver a sus familias han sido retenidas, solo cinco han sido denunciados. Algunas de estas saharauis llevan 6 años retenidas en Argelia, como el caso de Koria, la única de las cinco que residía con una familia de la Comunitat Valenciana. Batiste Llopis explicaba ayer que la joven «está enferma del corazón y necesita recibir atenciones médicas aquí». Llopis también señalaba que Koria está tutelada por la Generalitat Valenciana y que el Consell, con el presidente Ximo Puig al frente, «está llevando a cabo negociaciones para que regrese cuanto antes».
Llopis explica que las saharauis viajaron a Tinduf (Argelia) «porque sus familias las engañaron diciéndoles que tenían un familiar enfermo» y que, una vez allí, «son retenidas contra su voluntad, pese a que son mayores de edad y quieren regresar a España, donde tienen su propia vida, estudian, trabajan,...». Llopis remarca el caso de Maloma, la mujer de 23 años que llevaba unos 12 años en Sevilla, donde fue adoptada por la familia de la localidad de Mairena del Aljarafe con la que residía y de los que lleva sus apellidos tras la adopción. Maloma Morales de Mato «intentó suicidarse» tras ser retenida contra su voluntad en diciembre de 2015, según explica Llopis, y «ha sido obligada a casarse con quien su hermano ha decidido. Un matrimonio convenido y en el que Maloma no conoció a su marido hasta el día de la boda», denuncia Llopis, quien añade que la joven «lleva casi 6 meses sin poder hablar con sus padres de Sevilla». Por su parte, Darya lleva más de dos años sin poder regresar con su familia de acogida de Tenerife; y Najhiba hace más de tres que no está con su familia de Huelva.
Ayuda nacional e internacional
El padre de Mayuba, la saharaui que estuvo dos meses retenida en Tinduf en verano de 2014, y que consiguió escaparse tras recuperar su pasaporte español, protagonizando una odisea de viaje a escondidas hasta llegar a territorio español, confía que los casos de «las otras Mayuba» se resuelvan también satisfactoriamente y, tal como desean, puedan volver con sus familias españolas. Batiste Llopis señala que la Comunidad Europea ha pedido al Frente Polisario el censo de la población que está en los campamentos, ya que se sospecha que aumentan las cifras para recibir más ayudas. Llopis confía que las intermediaciones nacionales e internacionales sean efectivas para la resolución de los casos.
