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Bonig sale trasquilada

Asombroso!, que la actual presidenta del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, venga a Ontinyent y se reúna con los de Coeval, tira que te va, pero que aproveche la visita para reclamar «mayor impulso a la línea de tren Xàtiva-Alcoi y a la carretera entre Terrateig y l'Olleria», es kafkiano, a no ser que estemos ante un partido que se sitúa en la ilegalización. El problema surge en que existen las hemerotecas, y el personal, aunque poca, tiene memoria. Y por estas tierras el PP tiene que purgar durante varias generaciones sus afrentas, discriminaciones o latrocinios perpetrados contra sus gentes. Y la Bonig, como la mayoría de cargos del PP, han estado a la vera, o se han nutrido, de toda la fila de manirrotos que temerariamente durante 20 años han arrasado todo lo que han podido el territorio valenciano. Y tanta falta de decencia y moralidad va a empezar a pasar por los tribunales de justicia. Mientras Bonig tocaba de oído, desde la Generalitat actual ya se trabaja en un proyecto de autovía entre Terrateig y l'Olleria. En el colmo de su cinismo, la dirigente del PP reclama lo que su partido se negó a ejecutar, caso de la escuela de idiomas de Ontinyent, un cambalache atribuible al exdiputado del PP Máximo Caturla, en comandita con A. Rus. Cuando ya están en marcha, cuando no realizadas, las «inversiones en los polígonos», Bonig llega tarde y mal a realizar dicha reclamación. Sin embargo, sigue sin pedirles perdón a los empresarios valldalbaidins, a los que a mitad de los 90 el PP de Zaplana les birló 5.000 millones de pesetas para destinarlos al ruinoso proyecto Terra Mítica.

Bonig hizo bien en anunciar que, de cara a los próximos comicios autonómicos, «contemplarán en su programa la eliminación de impuestos de patrimonio y sucesiones». La receta del norteamericano D. Trump de favorecer a las clases más privilegiadas y así recaudar menos, para dejar de asistir a los más necesitados.

Por todo ello, no es de extrañar que, tan insultante y soez altanería, por parte de Bonig haya despertado reacciones de indignación. Como la de la portavoz socialista, Rebeca Torró, la cual aprovechó la ocasión para recordarle y pedirle explicaciones sobre «porqué anuló el convenio del Ivvsa para rehabilitar la Vila o porqué dejó colgados a decenas de ontinyentins en ayudas a la vivienda cuando era consellera». Amén del nuevo hospital de maqueta del PP.

Tras la visita de Bonig, esta ha quedado muda al conocerse que el expresidente de la Generalitat Francisco Camps y el expresidente de las Corts Juan Cotino, están citados el 7 de marzo para declarar como testigos en el juicio por la presunta financiación ilegal del PP de València. Así como la comparecencia, por el mismo asunto, el próximo día 19 de la exalcaldesa de Ontinyent, María Lina Insa.

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