Una mujer de 49 años que permanecía desaparecida desde el pasado domingo fue encontrada muerta ayer por la mañana en una caseta de campo de Vallada junto a un amigo de 40 años, al parecer su actual compañero sentimental. Ninguno de los dos cadáveres presentaba signos externos de violencia y, a la espera de los informes de autopsia, que se les realizará hoy en el Instituto de Medicina Legal de València, todo apunta a una posible intoxicación por monóxido de carbono, por la mala combustión de una estufa.

Agentes de la Policía Nacional encontraron los cuerpos sin vida de la pareja al desplazarse al municipio de Vallada después de realizar varias gestiones para averiguar el paradero de la mujer, a raiz de la denuncia de desaparición que presentó la hermana de la fallecida en una comisaría de Badajoz. Eran aproximadamente las 11.30 horas cuando los agentes desplazados al lugar hallaron los cadáveres, sin signos externos de violencia.

Fuentes municipales aseguraron a este periódico que en Vallada desconocían que esta mujer estuviera residiendo en la caseta, un inmueble diseminado cerca del río, y oculto detrás de una zona de matorrales. Los vecinos no los habían visto, ni a ella ni a su acompañante, y se desconoce cuantos días llevarían en la citada casa.

La investigación de la Policía Nacional de València, en colaboración con la policía de Badajoz, comenzó tras recibir una denuncia de desaparición de la mujer, puesta por su hermana al no localizarla. La fallecida residía desde hace años en la capital del Túria y el domingo su hermana, al no poder contactar con ella de forma alguna, optó por denunciar su desaparición.

Según pudo averiguar la policía, el 30 de octubre del pasado año la mujer abandonó su domicilio habitual y se marchó con el hombre, quien también estaba muerto junto a ella. Los cuerpos sin vida de los dos fueron encontrados sin signos de violencia. Todo indica que ambos habrían fallecido intoxicados por inhalación, aunque no había restos de incendio alguno.