El Ayuntamiento de Xàtiva, a través de la regidoría de Medio Ambiente, y la asociación protectora de animales Una Huella en el Corazón (Bastet) para la asistencia, esterilización y control de gatos callejeros, firmaron ayer un convenio de colaboración que tendrá una duración de tres años y cuyo objetivo es la realización conjunta entre las partes firmantes, de una serie de acciones de control y seguimiento para las colonias de gatos del núcleo urbano. La finalidad de esta cooperación es controlar la población de felinos con campañas de esterilización y evitar el crecimiento descontrolado; vigilar su salud para prevenir la proliferación de enfermedades de transmisión directa; establecer un sistema de alimentación que no contribuya a la proliferación de ratas y evite la suciedad de las calles, y finalmente promover su adopción, señalaron ayer.

La asociación animalista propondrá anualmente un plan de acción sobre un número de colonias de gatos que será aceptado por el ayuntamiento, y que incluye la relación de las colonias en la que se llevará a cabo durante ese año, el censo de cada una, un plan de esterilización de los ejemplares y su vigilancia sanitaria, así como la coordinación y formación de los voluntarios que controlan cada colonia y su gestión alimentaria. Por su parte, la regidoría de Medio Ambiente ha definido un total de 15 zonas en las que serían necesarias las acciones de la asociación, y hará una contribución financiera máxima de 3.000 euros anuales, destinada a cubrir las campañas de esterilización.

No alimentar en la calle

La concejala de Medio Ambiente, Pilar Gimeno , expresó la imperiosa necesidad de establecer esta colaboración «ya que se trata de encontrar un equilibrio y conseguir una buena convivencia entre animales y vecinos. Necesitábamos dar una respuesta eficaz y ética a la problemática que supone la presencia descontrolada de los gatos y el aumento de su población, lo que lleva a conflictos con los ciudadanos y algunos problemas de tipo sanitario», dijo. La regidora quiso recordar a los vecinos que el artículo 40. 2 de la ordenanza municipal para la posesión y protección de animales prohíbe alimentarlos en la calle, con el fin de evitar la presencia y proliferación de roedores y para evitar problemas de higiene y riesgos sanitarios.