Una interesante casa rural en el término municipal Aielo de Malferit de principios del siglo XIX, la casa Bonavista, lleva derribada parcialmente desde 2015 y se desconoce si el resto de la misma correrá idéntica suerte, dado que semanas atrás se ha agravado notablemente su deterioro. La casa no está protegida. Pero lo curioso de su situación es que desde hace más diez años hay documentación municipal que reseña, en varias ocasiones incluso, los valores que posee la edificación aunque el gobierno local nunca ha dado el siguiente paso: dotarla de una entrada propia dentro del fichero de bienes y garantizar su protección.

El PSPV-PSOE de Aielo, en la oposición, detectó en 2015 que la casa Bonavista seguía sin formar parte de la relación municipal de inmuebles susceptibles de ser protegidos. Lo hizo constar en una alegación. Y la respuesta del gobierno que preside José Luis Juan Pinter, del PP, fue que «las casas Cascarra [otra casa tradicional] y Bonavista no reúnen los valores propios para su catalogación». Se trata de una extraña observación puesto que desde 1986 figura en el Catàleg de Patrimoni Arquitectònic de Aielo (referencia R73) y desde ese año siempre ha estado en el catálogo local de bienes.

La casa de la Bonavista y el terreno circundante, que era propiedad privada, pasaron a ser de titularidad municipal hace unos años como consecuencia de la reparcelación de la zona de Serrans donde se encuentra ubicada. Era de esperar que fuera rehabilitada al ser patrimonio local, por un lado, y como edificación de principios del siglo XIX que es, con todo el valor patrimonial que ello supone. Así lo recuerda el blog aieloner.com, que ha publicado abundante información sobre la casa así como diversas fotos en una entrada de hace apenas unos días.

Pero más grave que la extraña ausencia de la casa en la lista de bienes susceptibles de ser protegidos es que en 2002, cuando se promueve el PAI Serrans V, el consistorio establece que los propietarios de los terrenos han de rehabilitarla y correr con los gastos de dicha intervención sin repercutir el dinero a las cuotas del coste de la urbanización. Es decir, que hay una obligación de protegerla (pese a haberlo negado en la alegación del PSPV) y que esa intervención ha de correr a cargo del agente urbanizador del PAI.

La casa Bonavista de Aielo de Malferit entra de lleno en el perfil de edificaciones al servicio de la actividad agrícola que favorecen su expansión: las llamadas heredades ( heretats). Son construcciones más amplias e intermedias entre la casa terrateniente y la caseta, según un informe que consta en el Ayuntamiento de Aielo.