Xàtiva perdió ayer a uno de sus personajes más conocidos y carismáticos, el exconcejal y fotógrafo retirado Adolfo García Molina, persona clave en los primeros ayuntamientos democráticos de Xàtiva y en la vida política y cultural de la ciudad en los años 70, 80, 90... Fue concejal socialista de Xàtiva con Manuel Casesnoves de alcalde, de 1979 a 1983. Dejó el PSPV años más tarde. Y en 1995 dio la sorpresa al encabezar la candidatura a la alcaldía del Bloc Nacionalista Valencià, BNV (hoy Compromís). Abandonó la política en 1999. Nieto e hijo de fotógrafo, al jubilarse puso fin a una actividad familiar de casi cien años que todavía se prolongó apadrinando a la fotógrafa Nuria Soler, que continuó en su local de Montcada, 20, combinando su nombre con el de la marca Adolfo García y que hoy es el estudio de los hermanos Federico y Rafael Gil.

Adolfo ha fallecido en su casa, rodeado de su familia. Se ha apagado lentamente, tras más de seis años víctima del alzheimer de los cuales los dos últimos han sido especialmente duros porque ya no respondía prácticamente a estímulo alguno. Tenía 80 años y deja viuda, Pilar Baraza; tres hijos, Pitu, Bela y Adolfo, y cinco nietos. Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio Cerdà. La misa funeral será hoy a las 17.30 horas, en la iglesia de Sant Francesc.

Dialogante, culto, moderado... a Adolfo García no se le conocían salidas de tono ni el más mínimo rechazo al debate o la confrontación de ideas. Aunque tampoco era una persona alegre sino más bien reservado y un tanto melancólico. Pocas personas habrán reflexionado tanto sobre Xàtiva. Su trayectoria política tampoco fue ajena a la polémica. De sobra conocida fue su aspiración a liderar el socialismo local tras la etapa de Casesnoves y, consecuentemente, sus desencuentros con Miquel Calabuig, que acabaría siendo alcalde en 1983 y hasta 1995. Dejó el partido en 1990. Y tras salir elegido concejal bajo las siglas del Bloc en 1995, su plena sintonía con la gestión del PP y de Alfonso Rus en particular (con quien fue concejal de Obras y Urbanismo) le valió la animadversión de la izquierda.

Volcado en todos los frentes

Impulsor y participante asiduo de las históricas tertulias del Casino Setabense en los 70 y 80; de las del Fórum d’Opinió; dirigente de la Música Nova, impulsor de las carpetas de fotografías antiguas de Xàtiva de la editorial Tivoli; fotógrafo de prensa de los primeros años del semanario Noticia 7 (del 88 al 92)... La lista de actividades que promovió o a las que se sumó es más larga de lo que permite esta necrológica un tanto apresurada. Durante años, incluso ya enfermo pero antes de que su dolencia fuera tan devastadora, compartió tertulia y viajes con sus íntimos amigos y no menos conocidos personajes: el profesor Rafael Buforn; el empresario Rafael Martínez; el cronista oficial de Xàtiva, Agustí Ventura, y Francisco Gironés. Sin olvidar a Pilar, su esposa, entrañable ejemplo de amor irreductible a los animales y en concreto a los perros; persona sin la que sería imposible entender el papel de la actual protectora de Xàtiva.