Ontinyent aprobó ayer por unanimidad la retirada de todos los honores al dictador Francisco Franco, que mantenía desde 1946. Todos los grupos políticos con representación en el consistorio (PSPV, Compromís, Esquerra Unida, PP y Cs) votaron en el pleno de anoche a favor de la moción presentada por Compromís para retirar a Franco la distinción de alcalde honorífico perpetuo e hijo adoptivo y predilecto de la capital de la Vall. El PP, que en la comisión previa al pleno se abstuvo „según dijo la portavoz, Mercedes Pastor, porque «no había estudiado la documentación»„, cambió ayer su voto y dio su respaldo a la retirada de honores, con lo que la propuesta salió adelante con el apoyo de los 21 ediles del pleno.

La portavoz de Compromís, Sílvia Urenya, defendió que el máximo representante «de la época más oscura, injusta y cruel de la historia de España no puede seguir manteniendo estos honores. Franco no representa Ontinyent y no puede ostentar un título reservado para la gente que trabaja por el bien común y defiende los valores democráticos», enfatizó la edil. Ureña afirmó que mantener los honores a Franco «lo hacen renacer» y subrayó que «para olvidar esa etapa hay que reparar y reconocer a las víctimas que lucharon por la democracia», zanjó. La portavoz de Compromís alegó también que la ley de la Generalitat Valenciana de Memòria Democràtica avala la retirada de estos honores, que además son incompatibles con la semana dedicada a la recuperación de la memoria histórica que organiza Ontinyent.

La portavoz del PSPV, Rebeca Torró, manifestó que «es un honor retirarle los honores a Franco». Paula Garcia, de EU, señaló que Franco es el autor «de las mayores atrocidades cometidas en nuestra historia» y causante de «la muerte, represión y exilio» de buena parte de la ciudadanía española. Y Juan Revert (Cs) se preguntó porqué «no se ha aplicado antes» la retirada de honores a Franco.