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La campaña de fruta estival arranca con mermas del 60% que se extenderán al caqui

Los productores de la Costera y la Vall d'Albaida auguran la pérdida de más del 40% de la cosecha por el fío El granizo de los últimos días ha causado más daños

La campaña de fruta estival arranca con mermas del 60% que se extenderán al caqui

La campaña de recolección de la fruta de verano ha dado sus primeros pasos en la Costera y la Vall d'Albaida con perspectivas poco halagüeñas en el sector, especialmente entre las variedades más precoces. Las atípicas heladas registradas durante el mes de marzo, en pleno proceso de floración, han propiciado mermas de la producción que pueden alcanzar el 60% respecto a una cosecha normal, según los cálculos que manejan las organizaciones agrarias.

En Cofrudeca, una de las principales productoras de frutas con hueso, se muestran ligeramente más optimistas. Alejandro Molina, gerente de la cooperativa de Bèlgida y presidente de Coarval, rebaja al 30 o 40% la previsión de descenso y cifra la producción que se habría echado a perder con las heladas en 1.000 toneladas sobre una cosecha gestionada por la entidad de entre 5.000 y 6.000 tn. «El frío ha afectado fundamentalmente a la fruta más primigenia que se recoge entre finales de abril y finales de mayo», expone el dirigente del sector, que, en cambio, ve más normalizada la recolección del albaricoque y de las variedades más tardías del ciruelo. Esta circunstancia permitiría salvar los muebles de la campaña, puesto que Cofrueca centra su producción principal en el mes de junio. Las heladas generaron daños muy localizados en algunas zonas de la Vall d'Albaida, mientras que en otros municipios los cultivos apenas sufrieron las consecuencias.

Molina aclara que el sector está muy pendiente todavía de los acontecimientos climáticos que aún pueden influir mucho en el devenir de la temporada de la fruta. Precisamente, a finales de abril las fuertes rachas de viento registradas tiraron al suelo una cantidad todavía no cuantificada de ciruelos que el directivo cree que es traducirán en «una merma importante». La mayor incidencia de las bajas temperaturas de marzo las señala Molina en la campaña del caqui, donde se espera un desplome de la producción de la cooperativa de en torno al 60 o 70%.

En cualquier caso, la calidad de la fruta de verano en la Vall d'Albaida no se ha visto resentida y se mantiene en unos parámetros óptimos. Cofrudeca, además, ha aumentado su cosecha de producción ecológica, más focalizada en la temporada de invierno.

«Precios sin alegría»

En la Costera, en términos globales se estima un retroceso del 60% en la cantidad de fruta de verano recolectada y una caída importante de la rentabilidad. Las predicciones, a priori, no son nada positivas. «Precios sin alegría y compradores inexistentes», resume el secretario comarcal de La Unió en la comarca, Julián Úbeda. A la producción «muy floja» por las heladas, se añade otro fenómeno que ha sacudido la campaña en sus inicios en algunas zonas localizadas de Moixent y Vallada a raíz de la granizada del miércoles de la pasada semana, que en este último término municipal provocó importantes pérdidas en unos cultivos que ya habían sufrido daños con anterioridad por un fenómeno similar, aunque en una franja más reducida y con menor intensidad. Los cultivos más afectados son el albaricoque y el paraguayo, en un estado más sensible por el periodo de maduración en el que que se encuentran. También se han visto afectados los cítricos y el olivar, aunque en menor medida.

En la Vall d'Albaida, este último episodio de granizo también originó menoscabos en el albaricoque y el melocotón en la zona de la umbría del Benicadell, afectando en mayor o menor grado a los términos de Bèlgida, Otos, Beniatjar, Carrícola y Atzeneta. La tormenta fue de granizo mezclado con mucha agua (10 litros/m2 en media hora), lo que evitó los daños asociados a la piedra seca.

En la Costera se espera una merma de la producción de caqui del 40%. Las malas previsiones han adelantado la compra por parte de empreas que buscan asegurarse una cantidad mínima, aunque las primeras operaciones se han cerrado a precios ínfimos. La Unió señala que el 40% de las ayudas para paliar las pérdidas de 2017 todavía están pendientes de resolverse. En la Vall d'Albaida, la organización agraria también esperan respuesta a sus reivindicaciones por las heladas.

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