La Mancomunitat de la Vall d'Albaida dio luz verde en el pleno del miércoles a una «derrama» extraordinaria de 230.000 euros que deberán sufragar de forma proporcional los 34 ayuntamientos de la comarca para paliar el agujero generado con la concesionaria Recisa desde que, en 2014, el organismo decidió asumir los sobrecostes generados por el transporte de la basura hasta la planta de transferencia de Ròtova (no contemplados en el contrato de gestión) sin repercutirlos a los municipios.

Esta cantidad reconocida a la empresa es, a su vez, reclamada por la Mancomunitat al Consorcio de Residuos (COR). La discrepancias entre ambas partes en litigio, sin embargo, abocan a los tribunales. A la espera de que se resuelva el conflicto, el presidente de la Mancomunitat, Vicent Gomar, defendió que los municipios se repartan el sobrecoste «por responsabilidad», ante la necesidad de inyectar liquidez al servicio de la basura después de la traumática suspensión de la recogida de hace 11 días. Gomar subrayó que las cuotas giradas a los ayuntamientos serán reintegradas a las arcas municipales en caso de que finalmente se reconozca el importe exigido al COR. La iniciativa fue aprobada con los votos del PSPV, que gobierna la Mancomunitat. Compromís se abstuvo y el PP votó en contra.

Ayer, la diputada autonómica Elisa Díaz se mostró muy crítica con este acuerdo porque supondrá, dijo, un desembolso adicional de 3 euros por cada habitante de la Vall d'Albaida. Díaz culpó a los actuales gestores de los «incumplimientos» que generan «deudas» cuyo pago «termina recayendo en los ciudadanos». El PP anunció que va a instar a todos los ayuntamientos de la comarca a que el pago de los sobrecostes del trasporte de la basura no se repercuta en el recibo girado a los vecinos por la recogida.

Presupuesto de 5,3 millones

El PSPV, por su parte, recordó que el lunes en el que explotó la crisis de la basura, el PP inicialmente se mostró favorable a la propuesta. La Mancomunitat aprobó el miércoles un presupuesto que incorpora los compromisos para hacer frente al acuerdo de financiación de la deuda con Recisa. En las cuentas, que ascienden a 5,3 millones de euros, la gestión de la basura copa el 50% de los ingresos: es con diferencia el principal servicio sufragado por los municipios.