Dos meses y medio después del plazo establecido para finalizar las obras de interconexión de las redes 2 y 4 de agua potable, la calle Ximén de Tovía de Xàtiva permanece patas arriba y al malestar vecinal va en aumento. Los trabajos iniciados por el ayuntamiento en enero con el objetivo de habilitar un suministro alternativo que permita reparar el canal de Bellús permanecen paralizados desde hace casi un mes por los imprevistos técnicos surgidos durante la fase de ejecución. La actuación, completada en un 67 %, no se retomará como mínimo hasta julio, debido a los sobrecostes que han surgido respecto a la planificación de unidades de obra.

Los técnicos municipales han recomendado liquidar el contrato y licitar uno nuevo porque el modificado requerido encarece el proyecto en más de 15.000 euros euros y representa, a su juicio, «una alteración sustancial» respecto al pliego. El problema ha llegado a la hora de ejecutar el paso de la nueva conexión de agua potable por debajo de las vías del tren. El proyecto técnico elaborado por el departamento de Aguas ha resultado imposible de llevar a la práctica y, durante el transcurso de los complejos trabajos, se ha comprobado la necesidad de reemplazar la perforación dirigida por debajo de la carretera (prevista en un principio) para optar por otra solución: una tubería colgada, pegada al puente.

La intervención salió a concurso en mayo de 2017 con un presupuesto de 141.997 euros y se adjudicó en octubre a la constructora de Catarroja Rayso Servicios 2014, SL por 90.387 euros. La propuesta de la mercantil fue la más barata de las 23 evaluadas en el concurso. No en vano, la empresa tuvo que justificar la viabilidad económica de su baja del 36%, considerada temeraria en una fase inicial.

El regidor de Aguas, Ignacio Reig, espera que en la junta de gobierno del lunes pueda liquidarse el contrato de mutuo acuerdo con Rayso a cambio de abonarle 60.000 euros por la obra hasta ahora certificada. El importe restante por ejecutar se adjudicará con un nuevo contrato. Mientras tanto, la corporación ha reforzado la sujeción de las vallas de seguridad en Ximén de Tovía, donde han quedado varios zanjas a la intemperie.

Suministro alternativo

Reig cifra en alrededor de un 10% el incremento del coste de las obras y discrepa de la negativa de los técnicos de autorizar un modificado para poder continuar con la intervención, en aplicación estricta de la normativa. A juicio del edil, se trata de un «sinsentido administrativo» y de «una solución extremadamente complicada», que demora mucho los trabajos y genera más molestias a los vecinos. «Es evidente que no hay un sobrecoste que beneficie a nadie y la cantidad en cuestión es pequeña», sostiene. Reig asegura que los imprevistos de este tipo son «habituales» en las obras que afectan a las conducciones de agua potable (la urbanización de Ventura Pascual también se ha retrasado mucho por el mal estado de un colector) y confía en que, en unos tres meses, pueda estar completada la actuación, necesaria para iniciar la reparación proyectada en el Canal de Bellús.

Con la interconexión de las redes 2 y 4 de agua potable de Xàtiva, el ayuntamiento pretende disponer de un suministro alternativo estable para la población, con tal de hacer frente a las frecuentes averías y a las labores de mantenimiento de los depósitos, la sala de bombeo o el propio canal.