Súbitamente, todas las esperanzas y posibles gozos de los aficionados al Ontinyent CF en un pozo. Así se desprendía de la información que publicaba este diario el pasado martes: «Meaker abandona el Ontinyent CF y la conversión en SAD queda en el aire». Es decir, que para el millonario australiano Rodney Meaker, el antojo futbolístico materializado en el Ontinyent CF ya lo ha satisfecho. Además, ha evidenciado que por norma, salvo que heredes, te toque la lotería o una suerte parecida, los millonarios alcanzan tal estatus a base de estafar, timar, simular, engañar, birlar y otros sinónimos similares.
El caso es que tras un año sense clavar-la ni traure-la, sumidos en un tiempo de ambigüedades durante el cual se han ido alimentando muchos recelos, Meaker ha revelado no importarle el color de una camiseta como la del Ontinyent CF, sino que su color débil es el del dinero. Por lo que ha estado doce meses mareando la perdiz, pero sin hacer efectivo el desembolso que le comprometía en la compra de la SAD.
Para ablandar la epidermis de los frustrados seguidores del equipo del Clariano, emitían un comunicado sensiblero donde Elite Sports 17 SL anunciaba que con fecha «04/06/2018, daba por finalizada su inversión en el club con efecto inmediato». Sin cuantificar dicha inversión y blandiendo por toda justificación que «la transformación de este club en una SAD ha sido muy compleja y mal gestionada por nuestros asesores y/o partes involucradas».
Y es que acudiendo a fuentes como Expansión o Axesor, vemos que la susodicha Elite Sports 17 SL es una empresa constituida el 7/4/2017 en Leganés, Madrid. Con un capital inicial de 100.000 euros. «Su CNAE es compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia. Su objeto social es la compraventa de solares, terrenos, fincas y edificios de cualquier naturaleza. La promoción y/o construcción de viviendas, locales, garajes, naves industriales y cualquier tipo de inmuebles». En consecuencia, el fomento del fútbol no aparece por ninguna parte. Es más, esta empresa que figura inscrita en el Registro Mercantil de Madrid casi 14 meses después de su constitución, un auditor de cuentas declararía «no tener constancia de que las hayan presentado». Lo que sí consta es que el 8 de mayo de 2017 esta empresa contaba con 350.000 euros, no tenía trabajadores a su cargo, pero sí figura, como Administrador Único, Adrián Márquez Valia. El mismo que hasta esta semana ha venido ostentando la presidencia del Ontinyent CF. Atrás quedan los sueños de ascender a 2ª A y a primera, pero también las recepciones del alcalde a Meaker, que llevó a Jorge Rodríguez a amparar en el Palau de la Vila un tinglado de fútbol con motivo del partido entre los equipos de Ontinyent y Alcoi. Por lo que el futuro deportivo del Ontinyent CF regresa al túnel del tiempo.
Un problema que puede acabar pagando el ciudadano. Las informaciones sesgadas o interesadas inducen, mayormente, a la perplejidad y la confusión. Al menos eso es lo que se desprende de las demandas planteadas por los cuatro sindicatos de la Policía Local de Ontinyent. El diseminado, así como el número de habitantes, que ha disminuido algunos miles en la última década, no parecen el mejor aval. Si de fondo está «la revisión salarial», como esgrimen desde el gobierno municipal, el tira y afloja puede acabar pagándolo la población.
