No es ninguna exageración afirmar que muchos de los vecinos de Enguera que tienen el hábito de leer es por mérito atribuible a Matías Aparicio Simón, fallecido el domingo a los 86 años. Matías creó y coordinó un club de lectura que despertó la curiosidad en aquellos que poco o nada se habían acercado a la literatura. Y estimuló sobremanera el contacto con los libros en quienes ya tenían un bagaje previo como lectores. Licenciado en Filosofía y Letras por la Univesidad de Salamanca, Matías fue maestro de escuela en Getafe, Parla, Berriz, Elda y Alicante. Se jubiló en el colegio público Azorín de la capital alicantina. Y a partir de entonces intensificó ya en su pueblo una pasión que siempre le había acompañado: los libros.

Matías fue columnista ocasional de Levante-EMV. Y tanto en los artículos publicados en este diario como en el resto de su producción, Enguera fue protagonista destacada. Profundizó en casi todos los aspectos relacionados con su pueblo: su botánica, su arquitectura, sus personajes ilustres... Pero, sobre todo, la parla enguerina. Está considerado uno de los mayores estudiosos y divulgadores de las peculiaridades del castellano que se habla en esta localidad, y fruto de esos conocimientos publicó dos volúmenes dedicados a ello: Palabras enguerinas (I y II, ambos publicados por la Fundación la Sierra). A través de internet (De parla enguerina) divulgó también la singularidad del castellano enguerino con entregas semanales de palabras en desuso. Atraído por esa materia, también fue un estudioso de los literatos que dio Enguera a todos los niveles: desde los más relevantes a los modestos autores de sainetes o poesía popular (Miguel Ciges, José Ciges, Manuel Albiñana, Enrique Granero...). Como autor, son incontables sus artículos divulgativos en decenas de publicaciones locales y comarcales. Y también se aproximó a la novela con una trilogía: El oasis: historia de Yusuf; El oasis: historia de Jalel, y El oasis: la muerte de Omar, ambientadas todas ellas en el desierto.

Simpatizante socialista tanto en Elda como en Enguera, siempre estuvo en la órbita del PSPV-PSOE y de hecho formó parte de algunas candidaturas a las elecciones municipales aunque en una posición testimonial. Como en 2011, cuando cerró la lista de Enguera en el simbólico último puesto.

No por esperada (estaba ya muy debilitado) la muerte de Aparicio no ha sido también muy sentida en el seno de la asociación conservacionista Adene. Era miembro activo del colectivo y tenía hondas preocupaciones medioambientales. Era igualmente, cómo no, un gran conocedor de la vasta riqueza de la Sierra de Enguera. «Matías nos deja un gran legado cultural y un hueco que se va a notar mucho», señalaba José Mª Simón, destacado miembro de Adene.