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Bocairent apuesta por limitar el tráfico a los residentes en el barrio medieval

El consistorio instalará lectores de matrículas y pilones para pacificar el núcleo histórico - Una propuesta que destierra los coches y recupera espacio público gana la votación para remodelar la plaza del ayuntamiento

Bocairent apuesta por limitar el tráfico a los residentes en el barrio medieval

El Ayuntamiento de Bocairent ha decidido apostar de forma decidida por liberar el barrio medieval del actual volumen de coches que lo atraviesan. A través de una subvención del Instituto Valenciano de Competitividad (Ivace), el consistorio va a poner en marcha de forma inminente una nueva regulación del tráfico que incorporará lectores de matrículas y pilones retráctiles con la intención de limitar a los residentes la circulación rodada en el ámbito declarado conjunto histórico-artístico nacional en 1975.

En la misma senda encaminada a pacificar y peatonalizar (parcialmente) la zona ahondará la futura remodelación de la plaza del ayuntamiento, corazón del casco antiguo y escenario de los principales acontecimientos festivos y culturales de la localidad. El consistorio ha sometido la intervención a un concurso de ideas ligado a un posterior proceso participativo entre los vecinos. La propuesta ganadora de entre las tres preseleccionadas ha sido diseñada por los arquitectos Ana Sanchis, Rafa Mira y Silvia Párraga y aboga por recuperar la plaza como espacio público, aumentando la superficie destinada al ocio y reorganizando el tráfico «con criterios de pacificación, máxima accesibilidad y respeto al patrimonio».

En la encuesta votaron 381 vecinos sobre un censo de 3.856 (el 9%). Fuentes municipales admiten que se trata de un porcentaje bajo, aunque subrayan que ha sido el proceso más numeroso en participación de los promovidos en esta legislatura, a tiempo que recalcan que todavía queda mucho por hacer para que los vecinos se animen a involucrarse de manera directa en la toma de decisiones.

El teniente de alcalde, José María Beneyto, fija el inicio de la ambiciosa obra de la plaza a mediados de octubre, puesto que todavía ha de redactarse el proyecto definitivo y los trabajos están condicionados a la frenética actividad que alberga el espacio. En marzo podría estar terminada la actuación, en la que se inyectarán un máximo de 178.200 euros del Plan Som de la Diputació. En la plaza también se extenderán las restricciones a los coches (actualmente circunscritas a los fines de semana), aunque el cierre podría reservarse exclusivamente fuera del horario administrativo y se permitirá el acceso en horario de carga y descarga para no perjudicar a los negocios, eliminando aparcamientos que afean el enclave.

Plataforma única

La propuesta ganadora, Tissatge, define una plaza funcional y flexible que se adapta a sus múltiples usos festivos y culturales y mantiene el arbolado existente. En la actualidad, el espacio carece de equipamientos públicos. El área de esparcimiento, además, es residual y está muy condicionada por la libre disposición y circulación de vehículos. La intervención proyectada pretende «recuperar socialmente» este punto neurálgico de la población sin dejar de lado «las necesidades de los vecinos del centro histórico y de los servicios municipales». La regulación del tráfico no delimita como tal un vial de circulación con un peso determinado, sino que el propio diseño -mediante la disposición del pavimento con diferentes orientaciones, el mobiliario urbano, los alcorques y el arbolado- dirige a los vehículos por la parte que discurre entre la fuente y el área de terrazas de hostelería, que mantiene su disposición asociada a los locales ya existentes.

La superficie de suelo vetada a los coches se halla en la zona de más calidad, con mejor orientación, más soleada y vinculada a los servicios de turismo y a las dependencias municipales. La nueva disposición del aparcamiento liberará de vehículos el espacio central de la plaza, organizando una banda de servicio a la entrada y otra próxima al ayuntamiento para alojar las plazas vinculadas a los servicios municipales y el punto de recarga de vehículos eléctricos, con una plaza para minusválidos. El diseño de plataforma única permiten disponer de toda la superficie sin desniveles ni barreras físicas para los actos festivos, asegurando la máxima accesibilidad, un criterio «transversal» que se traslada a la elección del mobiliario urbano. El pavimento será un empedrado de hormigón que permitirá la entrada de tráfico pesado en momentos puntuales.

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