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Otros tiempos en la vida y costumbres de Xàtiva (I)

Me pregunto por qué en un tiempo tan relativamente corto, unos 60-70 años, la convivencia, lo urbanístico, la forma de vida y la cultura global entre las personas, ha experimentado tan gran cambio. Tengo la sensación que ha sido mucho mayor en esta etapa que en la de los dos últimos siglos anteriores. En nuestro país y más concretamente en Xàtiva aprecio que ha habido un cambio abismal en todos los órdenes, afirmación que realizo por ser el sitio en el que he vivido.

Cuando retrocedo a los años 40-50 me viene a la memoria las maneras tan diferentes de comportarse de las familias y las personas; la administración estatal, la local, los políticos, la iglesia, la sanidad, la economía, la cultura? Nada que ver, ni parecido, a la de nuestro sistema actual. Fueron los años en que aún estaban en pie muchos de los emblemáticos edificios señoriales en la calle Moncada, Corretgeria o Engay. También cuando la mayoría de calles estaban por asfaltar, o cuando existía en el parque José Espejo el templete para la música o los servicios de váteres que había junto al estanque en forma de caseta modernista, hecha en madera con pintura verde. Los lugares, lo que hoy son las calles Matemático Maravall, Maulets, República Argentina, Gregorio Molina o la avenida del Ferrocarril con todas sus transversales eran todo huerta, y sus acequias de riego estaban al descubierto.

Muchas transformaciones en tan corto tiempo, lo que ha hecho que pierda el conjunto de la ciudad „en contrapartida„ el encanto y el sabor romántico e histórico de una época. Y todo para que la evolución de otro tipo, la del bienestar de la ciudadanía, siga adelante con sus constantes transformaciones, caiga quien caiga; en muchos casos por motivos especulativos.

De los primeros años de enseñanza (de los 3 a los 6 años en la Consolación, después de los 6 a los 9 en la Escuela Católica) recuerdo de estos centros muchas vivencias, y siento que existía una forma educativa tan distinta a la de hoy... Como igualmente diferente era la que recibías dentro de tu misma casa o en la calle, lo que te hace pensar en estos momentos lo deprisa que pasa el tiempo y la evolución tan precipitada que en la sociedad en general se ha propiciado; en muchos casos positivamente y en otros en negativo; por ejemplo, aquellos compañeros de pupitre, que llevaban encima las consecuencias de la polio, o que ésta les llegaba durante la estancia en el colegio, también aquellos otros a los que ya no les veías aparecer (no te enterabas del por qué) y después, con los años, te enterabas de que habían muerto. Fue un tiempo complejo inducido por el momento cultural y económico de aquella generación; fueron los días en que los chiquillos pasaban muchas de las horas jugando por la calle: no circulaban prácticamente vehículos, los guardias municipales estaban siempre por las calles, muy encima de la chiquillería; existían los lavaderos públicos tan importantes para las amas de casa, podías ir al Gran Teatro en Sant Doménec; en la feria, a las puertas de la plaza de toros para contemplar todo su apogeo, a las parturientas ser asistidas en el antiguo hospital, las celebraciones de la misa en latín, cuando existía Banco de España en la ciudad, etc?

Los ríos y las acequias en aquella época eran lugares de expansión para la gente joven. Toda una delicia, cuando los meses de calor te hacían buscar placeres como el baño en la acequia Murta, cerca de la caseta blanca en la carretera Genovés, cerca del Molí Sarrampedra. A unos pocos metros existía el basurero municipal (entre algarrobos) que era a la vez comedero de un buen número de cerdos a los que llevaba a diario un ganadero de Xàtiva para su engorde. Se pasaban el día removiendo la basura, buscando tomates y verduras podridas con otros restos de comida „a saber de qué„ para paliar el apetito tan ansioso e innato que tiene este animal. Al remover, aparecían botes de medicamentos, prótesis, pañales de niños o las inservibles escayolas de personas, tanto de brazos, piernas como cintura. Y todo ello ocurría en un tiempo en que era necesario un auxilio social o las cartillas de razonamiento para una sociedad tan necesitada.

Condiciones insalubres

Recordando todo aquello, te percatas ahora de que todo era deficiente, como la sanidad, cuando las prevenciones médicas irónicamente eran mucho peor que la dolencia, lo que llevaba a una mortalidad muy alta destacando el número de niños que fallecían. Y plagas por la misma situación cultural y económica del momento: casas mal acondicionadas, desagües al descubierto, defecaciones por las calles, calzado y ropa deficiente, mala alimentación? Me viene a la memoria el "agua va" de la ciudad de Madrid, de esa época de cuando desde las habitaciones se vaciaban los orinales directamente a la calle. Por lo menos avisaban...

Aquel tiempo „no tan lejano, para algunos„ fue el mismo en el que podías ir al cine Españoleto o al Salón de los Obreros y por el precio de un peseta la entrada disfrutar de Fumanchú ataca, El hijo de Tarzán, El último cuplé?

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