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Entra en vigor la ordenanza ecologista que protege el Pou Clar de Ontinyent

La conservación del paraje y las nuevas restricciones marcan el espíritu más proteccionista de la normativa

Imagen de archivo de bañistas en el Pou Clar de Ontinyent. perales iborra

No abandonar colillas de cigarrillo, cáscaras de pipa o chicles.No utilizar jabón o detergente para la higiene personal o la limpieza de objetos en sus agua. No orinar, defecar ni escupir... Parecen consejos de lo más elementales. Sólo que ahora tienen rango de norma y su incumplimiento puede acarrear sanciones. Una vez concluido el plazo para posibles reclamaciones, el Ayuntamiento de Ontinyent ha elevado a definitiva la ordenanza reguladora para la protección del paraje natural municipal del Pou Clar. El articulado, por tanto, entra en vigor. Y la más que previsible utilización intensiva de este paraje ahora que se han disparado las temperaturas lleva a pensar en una nueva etapa. Porque redactar leyes es fácil, como sentencia la sabiduría popular. Lo difícil es hacerlas cumplir.

La ordenanza contempla muchos de los aspectos que desde hace años ya se tenían en cuenta, sólo que ahora desde la base de un texto muy minucioso y con un espíritu más ecologista por parte de la administración local que preside Jorge Rodríguez. El Pou Clar es un emblema y un reclamo. Y hacer dejadez de funciones en cuestiones de vigilancia o usos indebidos, un peligro para su conservación. De ahí que la normativa sea completa y rigurosa. En ese sentido, tal como ya publicó este diario, la prohibición del acceso con comida en los meses de verano, y con vidrio y bebidas alcohólicas durante todo el año, con sanciones de hasta 750 euros, es una de las normas más llamativas a la vez que necesarias.

El concejal coordinador Territorio, Jaime Peris, explicó el pasado mes de abril que «se trata de una propuesta apoyada por el Consell de Medi Ambient con la que queremos resolver los problemas que había en la anterior regulación. Atiende una petición expresa de la asociación Amigos del Pou Clar, además de varias observaciones recibidas en las encuestas y los trabajos que hicimos para el marco de la elaboración del Plan de Uso Público del Paraje Natural Municipal Sierra de la Umbría -Pou Claro», señalaba. Y es que la participación, en sintonía con el estilo de gobierno en materia de inversiones a través de Ontinyent Participa, ha sido clave en este proceso. en la zona del Pou Clar y de Galindo se unen, en ocasiones, diferentes tipos de ocio incompatibles. La realización de encuestas ha sido muy importante para deyectará los problemas de convivencia o las verdaderas preocupaciones de los usuarios de esta dos zonas emblemáticas del término municipal ontinyentino.

En concreto, en el artículo 9, que regula los usos y actividades prohibidos en el ámbito del paraje y, dentro de este artículo, en el apartado 10 que prohíbe la práctica del picnic, excepto la zona de Galindo, «había diferentes problemas de interpretación para la definición de picnic, lo que se intentó solucionar con diferentes instrucciones para aclarar lo que se permitía hacer y lo que no. No obstante, al ser un concepto muy amplio y ambiguo, ni los usuarios del paraje ni los vigilantes tenían claras las normas», admitía el edil Peris, quien cree que «ahora está más claro».

Sólo durante el verano

Ahora, con la nueva redacción, se intenta eliminar cualquier interpretación, estableciéndose una redacción más restrictiva, pero también más clara, introduciéndose un ámbito temporal a la prohibición de comer, entre los meses de junio a septiembre, ambos inclusive, que es el periodo de mayor afluencia en el paraje y cuando se producen estas conductas, que pueden afectar negativamente el paraje. El resto del año no quedará prohibido comer en el paraje, según consta en la nueva normativa que entra en vigor.

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