La parroquia San Pedro Apóstol de Moixent ya alberga de nuevo las imágenes de San Pedro y San Pablo, sometidas a un proceso de restauración con el respaldo de la Diputación de Valencia y que ha costado cerca de 5.000 euros. La restauración ha sido de carácter arqueológico y, por lo tanto, sin reponer los elementos perdidos de gran tamaño; sobre todo por que no se tiene ninguna información de cómo eran antes, han indicado desde la parroquia. Las piezas fueron mostradas al público días atrás con motivo de las fiestas en honor a San Pedro, patrón de Moixent. se ha encargado de su recuperación el restaurador Xavier Ferragut, de Art i Restauració de Algemesí.

Se trata de dos imágenes de madera pintadas en blanco con una pequeña cinta dorada en el borde la túnica, en la manga del manto y en el borde del libro. Seguramente rematarían los laterales y la parte de arriba de un retablo de la anterior iglesia parroquial. El soporte de las imágenes es de madera de pino. La escultura esta hecha a partir de una serie de tablones. El coste total de la restauración de las dos imágenes ha ascendido a 4.941 euros, de los cuales 3.952 los asume la Diputación de Valencia y los 988 restantes la parroquia.

Las imágenes se las llevó el restaurador el 28 de febrero y el proceso de intervención ha consistido en respetar, consolidar y recuperar todas las zonas originales. se ha procedido asimismo a la aplicación de un tratamiento fungicida de prevención y protección contra la carcoma, y a la consolidación del soporte y de la imprimación y la policromía. La limpieza se ha llevado a cabo con la aplicación de hijuelas de madera sobre las grietas, que distorsionan la lectura de las obras y había suficiente información para reintegrarlas como el de las caras, donde se ha practicado una reintegración puntual de la policromía, explican.

«A simple vista es muy grande la transformación que han experimentado, pues antes mostraban multitud de grietas y desconchados y tenían muchísima suciedad acumulada durante siglos», explican desde la parroquia. Ahora su aspecto es limpio y la superficie escultórica se muestra continua, rellena, pues además de sanear y reforzar internamente ambas piezas se ha ido restañando debidamente todos los vacíos que presentaba la superficie. Se ha respetado el color original, pero ahora presenta nitidez y calidad, y se ha decorado la cinta dorada del manto tal como han desvelado las catas que los restauradores han realizado, según siguen explicando.

«Nos parece que son dos piezas de museo, cuyo buen estado queda garantizado para muchos siglos más. Nos felicitamos por ello», indican desde la iglesia. Para facilitar su visibilidad, el Museo Padre Moreno de Moixent, especializado en piezas religiosas, exhibirá las dos imágenes restauradas.