el tiempo pasa inexorable. Nos encontramos a poco más de ocho meses hábiles para que se celebren los próximos comicios municipales y, presumiblemente, autonómicos. ¿Y cuáles son los avances acerca de la implantación del Pla de Minimització (PM) de la Vall d'Albaida? Si nos atenemos a la sequía de noticias que emanan del gobierno de la Mancomunitat valldalbaidina, hay que temerse lo peor para el futuro de dicho plan de residuos sólidos urbanos. Más bien se intuye que anda de retroceso. Según fuentes cercanas al PM «no tienen ningún interés en perseverar» Al parecer la voluntad de la Generalitat, a través del secretario autonómico del ramo, el ontinyentí Fran Quesada, para que prospere el plan está cayendo en saco roto. Por todo lo cual algo debería manifestar al respecto. Los indicios del desinterés del actual gobierno de la Mancomunitat han venido siendo acreditados con no pocas indolencias. Seguramente la desidia empezó a adquirir carta de naturaleza, tras firmar la paz con el Consorci (COR). Sobre todo sin tener asegurada la activación del PM.

Desde entonces la ciudadanía valldalbaidina solo ha visto incrementar los impuestos por dicho servicio. También resultó sintomático que el gobierno comarcal desestimara, a favor del COR, el plan especial que se lleva a cabo en Carrícola. Gestionar la puesta en marcha del plana requiere trabajo, pundonor e inteligencia. Tareas no aptas para presidentes que solo ejercen en las fotos, en las firmas y poco más. De ahí que no valoren la necesidad de un gerente o administrador del organismo comarcal. Por eso no es de extrañar, como lo hacían los pasados días, que: «la mancomunidad comarcal anuncia que ha hecho efectivos dos pagos de 150.000 euros a la concesionaria de la basura». Como si un trámite de gestión ordinaria y eficaz no fuera su deber, pero sí motivo de noticia. A mayor perplejidad, desde el gobierno de la Mancomunitat de la Vall, por no haber pagado con la periodicidad que le correspondía, ahora ha iniciado un expediente sancionador contra Recisa, esgrimiendo que pusieron en peligro la salubridad pública por dejar de recoger la basura de forma unilateral en aquella parada.

Malas perspectivas para Rodríguez. Como informaba este diario, «el juez del caso Alquería rechaza levantar el secreto del sumario». Una más que mala noticia para la defensa del ontinyentí Jorge Rodríguez, ya que el ex presidente de la Diputación de València ha dejado de serlo como consecuencia del referido caso. Por lo que, en las actuales circunstancias, el paso del tiempo se convierte en su mayor enemigo.

Un nuevo palacio de Justicia. Esta semana se daba conocer que la Conselleria de Justicia retoma el proyecto de construcción de una nueva sede judicial en Ontinyent. A priori, la opción del edificio de la empresa Cartonajes Bernabeu, en la barriada del Llombo, parece bastante acertada: avalada tanto por los informes técnicos como por el sentido común de quienes conocen el lugar. Consta solo de planta baja y un primer piso, con luz natural por los cuatro costados. Además de disponer de cómodos aparcamientos. Los tiquismiquis del PP, al querer ir a cardarle la lana a la alcaldesa en ejercicio, Rebeca Torró, han salido trasquilados. Pues su instinto de campanar no se sostiene: si se acierta en la remodelación, el edificio no tendrá nada que envidiar a uno de nueva construcción. Ahora bien, si lo del PP obedece a alguna rencilla con la familia Bernabeu... que lo digan.