La empresa promotora del parque solar que la Generalitat ha autorizado en término de Bolbaite, Solcon Terrenos, SL, cifra en 33 millones de euros la inversión que pretende desplegar para construir la que, según la firma, sería la mayor instalación fotovoltaica de la Comunitat Valenciana. La sociedad prevé ejecutar 300.000 paneles solares en las partidas de Las Balsillas y El Mojón Alto que ocuparían hasta 934.000 metros cuadrados de suelo agrícola y forestal con una capacidad de 46 MW de energía, el equivalente para abastecer a unos 15.000 hogares.

La operación podría reportar unos ingresos anuales de 50.000 euros al ayuntamiento en concepto del impuesto que grava los inmuebles de características especiales (BICE) durante los 30 años de vida útil de la explotación. Una cantidad que, junto al medio millón por el canon de aprovechamiento y el pago de otras licencias, representa una importante inyección teniendo en cuenta que el presupuesto municipal ronda el millón de euros por ejercicio.

Como avanzó Levante-EMV hace unos días, el parque solar se encuentra entre los tres (junto a los contemplados en Biar y Villena) que han comenzado a desbloquearse en territorio valenciano tras varios años de parálisis en el sector de las renovables como consecuencia de los cambios normativos, los recortes y la crisis económica. Santiago Quetglas Soler, administrador solidario de Solcon (perteneciente al grupo constructor valenciano Apuc, SL), subraya que la resolución de la Dirección General de Energía que aprueba el proyecto de Bolbaite concede un plazo de 12 meses para finalizar la construcción. Según las previsiones manejadas, Quetglas considera que a finales de este año podrían iniciarse los trabajos, una vez reunidos los permisos y a falta de superar la fase de adquisición de parcelas,en la que ahora mismo centra sus esfuerzos la empresa.

Aunque la instalación se levantará en Bolbaite, la línea de evacuación de la energía irá a parar a una subestación nueva que debería ejecutarse en término de Chella. Quetglas asegura haberse encontrado con un «apoyo tremendo» por parte de los dos ayuntamientos afectados para sacar adelante una intervención que lleva gestándose desde hace tiempo pero que se vio suspendida debido a la coyuntura.

Una vez se ponga en funcionamiento, el empresario sostiene que el parque solar reportará otros beneficios al territorio, puesto que ayudará a mejorar el suministro energético en la comarca de la Canal de Navarrés, que es muy deficitario. Una situación que ahuyenta a las industrias y que genera quejas continuas tanto por parte de las empresas instalados como de los ayuntamientos de la zona.

Quetglas incide en que la elección de Bolbaite como emplazamiento se escogió, entre otras razones, porque ofrece la posibildiad de «minimizar al máximo el impacto ambiental», un aspecto crucial para superar el escalón de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que tiene la tramitación más compleja y que requiere del informe favorable de todas las administraciones. El promotor señala que el de Bolbaite será cuatro veces más grande que el parque solar de Requena, actualmente el más extenso de València. Parte de los terrenos que ocupará son municipales, aunque la mayoría tienen titularidad privada. Por eso, Solcon está negociando contratos de cesión de suelo con un total de 110 propietarios. «Los vecinos respaldan este proyecto porque ven que va a ser beneficioso para el futuro del pueblo. Bolbaite va a aparecer en el mapa», sentencia Quetglas. El empresario afirma que la planta contemplada «no dependerá de las subvenciones», sino que la energía producida «irá a mercado», mediante «un modelo de contratos bilaterales con empresas suministradoras que garantizan un precio de la electricidad». También hay cambios en el modelo de los paneles: primero se proyectaron con una estructura fija, mientras que la intervención finalmente aprobada apuesta por una estructura a un eje.

Bienvenida y cautela municipal

La alcaldesa de Bolbaite, Carolina Mas, da la bienvenida al proyecto pero tiempla las expectativas: prefiere no lanzar las campanas al vuelo y se muestra «muy cauta» porque, aunque la Generalitat ha concedido la autorización, «los plazos de la administración no son los que uno quiere». Mas recuerda que la actuación lleva gestándose desde 2009 «con arranques y parones», pero la envergadura de la misma hace que existan todavía «muchos factores a resolver».

«Llevamos desde octubre pasado trabajando con la empresa en la actualización del proyecto, porque ha estado paralizado muchos años. Esperamos que se lleve a cabo: sería un beneficio para los propietarios y para el ayuntamiento», recalca la alcaldesa. La suspensión obliga ahora a actualizar los datos de los propietarios que tienen suelo en la zona afectada, porque algunos han fallecido y otros no viven en Bolbaite y resultan difícilmente localizables.