Un cóctel nefasto de condiciones climáticas adversas, después de varios días de intenso calor coronados por una tormenta, desembocó ayer en una jornada negra para los montes que terminó con el mayor incendio forestal que se ha registrado en la Comunitat Valenciana en lo que va de año. El fuego, iniciado a las tres de la tarde de ayer en la partida Pujol de Llutxent, ha quemado ya 1.510 hectáreas y ha arrasado 800 hectáreas del paraje natural de El Surar, emblema de los municipios de Pinet y Llutxent.

Las primeras estimaciones sobre la zona afectada hablaban de 700 hectáreas arrasadas por el fuego. El viento, las altas temperaturas y la humedad por debajo del 30 % dificultaron mucho las labores de extinción. Un cambio en la dirección del aire (de levante a poniente) a última hora de la tarde impidió controlar el incendio y complicó aún más la intervención. Esto provocó un aumento progresivo de las zonas afectadas, que han pasado de ser 700 hectáreas a 1.510. Las llamas han entrado ya en el término municipal de Barx y acechan a La Drova, el paraje natural Parpalló-Borrell y el barranco de Lloret.

El alcalde de Llutxent, Pep Estornell, manifestó ayer a Levante-EMV su preocupación por la «gran dimensión del incendio», y el alcalde de Pinet, Juan Ramón Chismol, recordó que la zona ya se quemó hace 30 años. Aunque las fuentes consultadas apuntaron a un rayo latente de la tormenta registrada en la madrugada del lunes como la causa más plausible del incendio, no se descartan otras hipótesis.

??Así se vivia el ocaso hoy en el incendio forestal de Llutxent #Valencia mañana a las 08:30h prealertada la @BRIFpradotwit con base en #Cuenca para sumarse a labores de extinción de este "gigante".Mucho ánimo a todos los medios intervinientes esta noche será dura! #IFLlutxent pic.twitter.com/p23k37roT0

— ATBRIF (@AT_Brif) 6 de agosto de 2018

Efectivos desplazados

Horas después de declararse el fuego, los trabajos se centraban en intentar perimetrar los diversos focos del incendio que aún se encuentran activos y que se han desplazado. Por el momento, La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desplazado hasta la zona forestal un total de 600 efectivos terrestres entre personal y vehículos y 25 medios aéreos, los dos últimos de Murcia y Castilla-La Mancha. Debido a la difícil extinción del fuego, algunos de los hidroaviones y demás medios aéreos que trabajan en ello han cargado agua en el lago de l'Albufera y en el pantano de Beniarrés.

Carreteras cortadas

La carretera de acceso a Pinet se cerró ayer al tráfico por precaución ante la proximidad de las llamas, que se quedaron a las puertas de arrasar varias granjas de la zona, protegidas de forma especial para evitar la explosión de los depósitos de gas que almacenaban.

Hasta el momento, hay dos carreteras provinciales afectadas por el incendio forestal. Según detalla la Diputación de València, las vías afectadas son la CV-608, de Llutxent a Pinet, que está cerrada desde el kilómetro 3,5; y la CV-675, que enlaza Gandia con Simat, y que permanece cortada desde el kilómetro 6,2 hasta Simat de Valldigna, desde donde solo se permite la salida de vehículos.

Desalojos

Tras la retirada de la decena de medios aéreos que llegaron a intervenir en la extinción, se ha practicado el desalojo preventivo de, al menos, 2.500 vecinos de las urbanizaciones Montesol, Rochera y Montepino (Gandia) y La Drova (Barx), en vistas de la evolución desfavorable del incendio y de la inmensa columna de humo que ha llegado a generarse, visible a decenas de kilómetros a la redonda. Los vecinos no podrán volver a sus residencias hasta que se adopten nuevas decisiones.

Cruz Roja habilitó una zona de albergue en el polideportivo del Raval de Gandia. También se activó un protocolo cautelar para facilitar la evacuación en autobús de un máximo de 150 vecinos de Pinet (la población más afectada por el fuego) hasta el polideportivo de la localidad de Llutxent.

Clima desfavorable para la extinción

Al de Llutxent se sumaron ayer otros once incendios o conatos en la C. Valenciana, la mayoría de ellos provocados por rayos latentes como consecuencia de la tormenta. Ninguno de ellos llegó a quemar más de una hectárea y todos se encontraban controlados o extinguidos por la noche. Pero el de Llutxent todavía sigue sin control, con dificultades provocadas por el clima desfavorable para la extinción.

Para hoy martes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta amarilla por tormentas en la zona del incendio (la preemergencia afecta a todo el interior de la provincia). La previsión meteorológica habla de brisas débiles que podrían pasar a ser vientos fuertes asociados a fenómenos tormentosos, lo que podría dificultar mucho las labores de extinción. De hecho, es fundamental prever los cambios en el viento y los posibles fenómenos meteorológicos para atacar o reforzar según qué frentes en el incendio.

La Aemet pronostica un aumento de la intensidad del viento en las próximas horas en el área afectada por el incendio de Llutxent, "con probable entrada de brisa del este y rápido giro al sur", después de que durante toda la mañana el viento se haya mantenido variable flojo.