El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Valencia ha fallado a favor del Ayuntamiento de Xàtiva en el pleito que mantiene con Caixabank por el aparcamiento de la plaza de la Bassa, servicio que el consistorio resolvió en septiembre de 2016. Ante el abandono de la gestión del estacionamiento por parte de la administración concursal, el consistorio que preside Roger Cerdà resolvió el contrato y asumió la gestión pública de la misma, toda vez que Llanera (la empresa que lo construyó y explotó inicialmente) entró en liquidación. Pero la entidad financiera era uno de los acreedores de Llanera, y ya había solicitado ser indemnizada con cerca de 1,3 millones de euros. El juez ha desestimado el recurso del banco contra la resolución municipal. Ahora cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Tal como avanzó Levante-EMV en noviembre de 2016, en julio de ese año el banco titular de la hipoteca que pesa sobre el aparcamiento pidió al ayuntamiento que resolviera el contrato y le dio un plazo de medio año para determinar la cuantía que le correspondía abonar a la administración local por el importe no amortizado del préstamo que Caixabank concedió a Llanera para financiar la construcción y posterior explotación del aparcamiento, puesto en marcha en 2004. La mercantil de la familia Gallego, uno de los casos más mediáticos de derrumbe de una empresa del sector de la construcción, adeudaba al banco casi 1,3 millones de euros (en concreto, 1.290.932 euros). El consistorio, que con ésta heredaba otra gestión complicada derivada de los años de gobierno de Alfonso Rus (PP) consignó en sus presupuestos ese dinero para poder hacer frente a una posible sentencia en contra.

Ahora, el juez señala, entre otras consideraciones, que cabe desestimar la pretensión del banco ya que carece «de legitimación, pese a haber instado la ejecución de la hipoteca sobre la concesión que garantizaba el préstamo hipotecario», algo, en todo caso, «que no es incompatible con el ejercicio de sus derechos mientras no se haya liquidado la garantía». Sin embargo, no se trata de una aprobación a la forma de actuar del Ayuntamiento de Xàtiva tampoco: el juez señala que «la liquidación realizada por el Ayuntamiento de Xàtiva [en torno a 90.000 euros] en modo alguno se ajusta a derecho y sorprende que haya sido aprobada por la administración concursal, en su caso sin proceder a recurrirla, puesto que asimila la declaración de concurso [...] con una causa de resolución imputable al contratista a efectos de la indemnización de daños y perjuicios», según describe en el texto.

El estacionamiento subterráneo de la plaza de la Bassa fue una de las obras que en el mayor momento de esplendor de esplendor del ladrillo ejemplificaba la sintonía entre el PP de Xàtiva y la constructora. De hecho, tras adjudicar la obra a Llanera, el ayuntamiento permitió a la constructora hacer una planta más de las que contemplaba el pliego, cuestión ésta que contribuyó a incrementar los costes de la obra pero que, además, hubiera sido suficiente para repetir la adjudicación ya que vulneraba el derecho de las empresas que perdieron el concurso sin saber que luego podrían haber ampliado la superficie del párking.