Hay consenso. Si decenas de personas pueden atribuirse el mérito colectivo y a veces individual de haber alumbrado y dado continuidad a la carera de motos de la Fira de Xàtiva, la prueba urbana más antigua de España, el actual presidente del Club Moto-Ruta, Antonio Sarrión, es el artífice indiscutible de la excelente buena salud de una prueba que languidecía y que hoy es un espectáculo mejorado y ampliado. La prueba concita mañana en el circuito urbano de la capital de la Costera a un número previsto de entre 6.000 y 8.000 espectadores. Los entrenamientos libres arrancan a las nueve y media de la mañana. Se compite en 80 cc GP y Series; en Clásicas B y C y en Supermotard.

Sarrión admite que la carrera de Xàtiva trasciende lo deportivo y «es ya una cita indispensable para mucha gente que quiere pasárselo bien, además de sentir la emoción de las motos. Es todo un espectáculo», subraya. De ahí que la carrera, que lleva años celebrándose invariablemente el 15 de agosto, festivo, es un reclamo para los pilotos pero, sobre todo, para cientos, miles de espectadores de muchas comarcas y de fuera de la Comunitat Valenciana que señalan esa día como el día que hay que ir a Xàtiva.

Sarrión ha introducido este año más mejoras en la carrera: se instalará una nueva grada VIP en Pintor Guiteras (que sustituye la de República Argentina) y se repartirá una revista gratuita de veinte páginas con abundante información de la histórica carrera, que llega a su edición número 67. En cuanto al homenaje anual que la prueba dedica a expilotos o a personalidades del motociclismo, este año serán reconocidos el dirigente y activista de las dos ruedas Salvador Gascón y el ganador de la carrera de la Fira d´Agost de hace 50 años, Enrique Escuder.

Pese a las novedades y mejoras introducidas, la entrada a la carrera sigue costando 10 euros. «Valía 1.000 pesetas [seis euros] antes del euro, hasta 2001. Subió en 2002 un poco de golpe, la verdad, pero ahí se ha quedado: 16 años sin variar», destaca Sarrión, quien censura la picaresca que hay todos los años para intentar acceder gratis.

El despliegue del club para organizar la carrera es ejemplar, habida cuenta de que lo hacen la noche del 14 de agosto y que a las seis de la tarde del día 15 no queda casi ni rastro. Hay 30 montadores (paneles para delimitar el circuito, vallas, balas de paja...); 25 guardias jurados, ocho auxiliares para gestionar el paso de los espectadores de un lado a otro, diez azafatas... Tiene un presupuesto de alrededor de 25.000 euros. Y este año dobla el número de efectivos médicos.