La mala fama de desencuentros, peleas y reyertas de otros tiempos volvió ayer a la Fira de Bestiar de Xàtiva y ensombreció el primer día ferial. Un hombre de alrededor de 45 años, de una localidad de la Safor, fue atacado en la salida del recinto por un grupo en plena disputa de una de las carreras de la competición vespertina de tiro y arrastre. Según testigos presenciales, uno de los tres le asestó una navajazo o una puñalada en el abdomen. La acción fue rápida. Sin mediar palabra. El agresor y los dos que le secundaban huyeron del lugar rápidamente, casi sin ser vistos. Hubo muchos, la mayoría, que se enteraron de lo sucedido cuando la compañera del herido se puso a pedir angustiosamente que viniera una ambulancia rápido. De hecho, el tiro y arrastre ni se detuvo porque nadie se apercibió tampoco de ello. El hombre y su mujer iban con un bebé que llevaban en su carrito. Tras los primeros momentos del ataque, la víctima incluso pudo permanecer aún de pie.

Según otros testigos del caso, alguien sí que advirtió que el grupo del agresor ya había dado alguna muestra de actitudes amenazantes durante la prueba «o se les veía nerviosos, alterados», según explicó a Levante-EMV un vecino que les reconoció en su huida como los tres hombres que habían accedido al lugar de los hechos «bastante inquietos». Otros apuntan a que procederían de una localidad de la comarca de la Ribera Alta, pero no pudieron precisar más detalles. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación.

Totalmente ensangrentado

La escena posterior al ataque fue creciendo en angustia cuando el hombre, que no perdió el sentido inicialmente, comenzó a sangrar de manera abundante mientras se presionaba la zona del navajazo con las manos. La sangre, el nerviosismo, la versión de los hechos apresurada... En un día como el de ayer, cuando Xàtiva recibe quizá decenas de miles de visitantes, la tensión era más que notable en el recinto. Los efectivos sanitarios estabilizaron a la víctima, que ya estaba tendida en el suelo cuando llegaron; le practicaron una exploración, taponaron la herida y se lo llevaron al hospital Lluís Alcanyís. A falta de pronóstico oficial detallado, este diario pudo saber horas después que pese a la importancia de la herida, su vida no corría peligro al cierre de esta edición.