Jugador, ayudante, entrenador; hijo de un presidente del Olímpic y hermano de un jugador del club en segunda B... Fran Morant (Xàtiva, 1961) es un indiscutible hombre de fútbol que sólo ha tenido la oportunidad de demostrar su valía en modestos conjuntos de segunda regional o como auxiliar en banquillos más grandes, como el del Olímpic. Ahora el Manuel le ha confiado una tarea difícil e ilusionante: reflotar un conjunto que se ha quedado casi sin gente por la diáspora de entrenador, directivos y jugadores a Llocnou d'en Fenollet y a Senyera, explica el propio Morant. «Lo primero es hacer equipo, reunir a los chavales con que contamos, ver quién quiere venir y relanzar un equipo que puede hacer cosas», explica el de Xàtiva.

Morant, que fue jugador de 1976 a 1985 en equipos como el Canals, el Chella o el Olímpic y que años después se convertiría en un hombre de banquillo, considera que el fútbol regional es «cada vez más difícil. Los chavales de 21, 22, 23 años no quieren jugar porque casi ningún club paga. Y así es muy difícil montar un equipo. Es como si al terminar de juveniles, si no van a un club grande pierden la afición», señala. Pero Morant, que ha sido segundo de técnicos como Mata, Zamora o Tudela en el Olímpic y que había entrenado al Antella y al Barxeta en los últimos años, no pierde la ilusión. Y no deja de sorprenderse de que pese a su ocasional rechazo a volver a entrenar, sigue recibiendo ofertas de clubs todos los veranos. Y varias.

En el Manuel, en un año que servirá más para recomponer el club y el equipo que para trazarse grandes objetivos, Morant no deja de ilusionarse con una posibilidad que el equipo de la Ribera siempre tiene en mente, sea como sea el momento que atraviese: ascender a primera regional y, en unos años, hacerlo a la Preferente.

De momento, el equipo juega el día 22 contra el Carcaixent; el día 25 el Trofeu Festes (con el Rafelguaraf y el Algemesí) y el 31 en la Murta frente al Olímpic B. En septiembre, antes del arranque liguero, se enfrentará en un encuentro amistoso con el Benifaió.