L'Olleria debía cerrar ayer su particular Trilogia Festera después de un intenso fin de semana repleto de actos multitudinarios en los que la Entrada acaparó la mayor parte de las miradas. Pero el fuerte aguacero vespertino obligó a aplazar hasta el próximo sábado 8 de septiembre la solemne procesión general que cada año devuelve a la Mare de Déu de Loreto a su santuario y al santísimo Cristo de la Palma a la iglesia.

La lluvia también empañó el asalto cristiano al castillo de l'Olleria liderado por la Filà Els Valencians. Aunque las comparsas resistieron estoicas el aguacero vespertino, la lucha final no pudo desplegarse en su plenitud, si bien sí se escenificó la el desenlace de la contienda. Horas antes, al mediodía, la fortaleza había sido conquistada por el ejército moro capitaneado por la Filà Corda Curta tras una intensa batalla de arcabuces. Las populares embajadas fueron el plato fuerte de una jornada que comenzó a las 8.30 horas con la tradicional diana desde la plaza de la Vila y prosiguió con la solemne misa en honor al Santísimo Ecce-Homo. Por la noche se pudo disparar con normalidad el castillo de fuegos artificiales que puso el broche final a los festejos.