La renuncia por motivos laborales de la edil Sílvia Urenya ha pillado con el pie cambiado a Compromís per Ontinyent. Desde el grupo municipal admitieron ayer que la dimisión de la concejal y portavoz «es un trastorno», dada la proximidad de las elecciones locales. Y lo enmarcaron «más como un problema interno de trabajo y de reorganizarnos que no como un problema orgánico» o de más calado político, ya que al parecer ya hacía tiempo que a Urenya le resultaba muy difícil compaginar la portavocía de Compromís en el Ayuntamiento de Ontinyent con sus numerosos compromisos laborales. Este diario intentó, sin éxito, obtener la versión de la edil dimitida. En 2016 Urenya ya había sustituido a Joan Gilabert.

La renuncia de Urenya se produce en un momento en el que la escalada de tensión entre los socialistas y Compromís en el ámbito autonómico y en algunos ayuntamientos es evidente. Pero todas las fuentes consultadas por este diario desligan la dimisión de la concejal de ese contexto y, por lo tanto niegan que tenga relación alguna con posibles desencuentros con el gobierno socialista de Jorge Rodríguez. Lo que es innegable, por otro lado, es que ha habido muchas críticas de Urenya y de Compromís hacia el ejecutivo del expresidente de la Diputación de Valencia. Pero, con todo, la relación no era mala. Y es que Compromís en Ontinyent atraviesa una situación anómala: mientras que en decenas de ayuntamientos y en la Generalitat es el socio indispensable para articular una mayoría de izquierdas, en la capital de la Vall no tiene esa función ya que la holgada mayoría del PSPV-PSOE hace innecesario su apoyo.

El otro de los dos concejales que tiene Compromís en Ontinyent, Vicent Xavier Vila, asumirá la portavocía del grupo. Vila, que es concejal desde hace poco (en abril) ya que entró en sustitución de Fran Quesada, que dejó su puesto al ser nombrado secretario autonómico de Medio Ambiente, señaló ayer a Levante-EMV que «es muy pronto aún» para trazar la nueva hoja de ruta de la formación hasta las elecciones. De hecho, a finales de año el partido afronta primarias y lo que suceda ahora forma parte de un periodo de cierta interinidad hasta que Compromís renueve su cúpula. Sin embargo, el edil dejó entrever ciertos reproches, más o menos velados, hacia Urenya ya que dijo que «no sabemos aún si dimite también como secretaria local», al tiempo que afirmó que su renuncia se ha sabido porque alguien «ha filtrado» una carta que ella hizo llegar a los militantes, pero no tenían ninguna constancia oficial de esta renuncia.

Reorganización interna

Vila confesó ayer que había accedido al consistorio „por la renuncia de Quesada„ «con el objetivo de ser concejal por un año y ya está; no entraba en mis planes la portavocía y es algo inesperado. No tenía aspiraciones de estar en el ayuntamiento más que de regidor», dijo. En todo caso, añadió que pese al quebradero de cabeza que supone reorganizar el grupo a tan pocos meses de las primarias y de las elecciones, la «ventaja que tengo es que he sido secretario de grupo varios años en un anterior mandato y cuento con bastante experiencia», recordó ayer.

En cuanto a la sustitución de Urenya en el pleno, aseguró que no está decidida aún ya que depende de la disponibilidad de las personas de la lista de 2015. Tras Gilabert, Urenya, Quesada y Vila, que estaban situados en los cuatro primeros puestos de la candidatura nacionalista en los últimos comicios, en el puesto número cinco figura Elvira Tortosa; en el seis, Vicent Juan Egea y en el siete, Lidia Cháfer. Según ha podido saber este diario, la primera de ellas por orden de lista podría haber rechazado ya el ser concejal.