El presidente de la Cruz Roja de Ontinyent, José Enrique Penadés, rehusó ayer hablar de la situación de la concejal y expresidenta de esta entidad en la capital de la Vall, Virtudes Guillem, investigada porque podría haber cobrado supuestamente un cheque de 600 euros, extremo que ella niega. Penadés dijo ayer que «ese tema está ya todo en Valencia; la dirección provincial es la que lo investiga, lo analiza y ve lo que haya o no haya. Nosotros no entramos ya en ello y yo no voy a decir nada de momento», recalcó el mandatario. Preguntado por Levante-EMV sobre si su relación con Virtudes Guillem era mala, Penadés contestó que «era normal; como la relación con una voluntaria más». La regidora fue presidenta de Cruz Roja en Ontinyent desde 1999 a 2014.

Tal como informó ayer este diario, la edil (que es responsable de Seguridad Ciudadana y de la Policía Local en el consistorio que preside Jorge Rodríguez) admitió haber cobrado un cheque de 600 al portador. Aseguró que había ido al banco a cobrarlo para sacar ese dinero y pagarlo al jardinero de las instalaciones de Cruz Roja. Pero desde el colectivo ponen en cuarentena la explicación ya que ella no tiene funciones directivas para ello y tampoco avisó de que iba a coger el cheque del talonario.