El fútbol tiene ADN de grandeza porque rompe con todas las etiquetas preestablecidas que lo hacen imprevisible ante lo esperado. Por eso, ante presupuestos gigantescos, con jugadores ilustres y estadios imponentes, emerge el David que somete a Goliat. Un arranque descriptivo que bien podría servir para etiquetar a un Ontinyent que se encuentra en la zona noble de la clasificación. Como suena, una plantilla corta, entiéndase en futbolistas que convencen al técnico, con déficit en la preparación física, pero que se codea con los mejores e incluso se permite el lujo de anteponerse en la tabla a alguno de ellos. Y por lo visto hasta ahora, el equipo que quiera superar al Ontinyent no le bastará con el historial ni con la cantidad de ceros en sus balances económicos, sino deberá ataviarse con el mono de trabajo, apostar por un cuenta kilómetros muy activo y, por supuesto, una pizca de suerte. Cualquier conjunto que venga a casa a partir de ahora «deberá trabajar mucho para ganar. Nosotros no regalamos nada a nadie. Eso son buenas noticias», subraya Miguel Ángel Mullor.
Además, la plantilla está comprometida. Ante el Ejea, Fran Machado que acabó lesionado ante el Jaén, quiso participar del choque ante la escuadra zaragozana aunque fuera al 40%. En el terreno de juego, los jugadores se vaciaron sin dejar ningún poso de energía, conscientes que la base del éxito del Ontinyent pasa por la extenuación sobre el verde. «El compromiso de los futbolistas que nos han traído es de mil como quedó reflejado ante el Ejea: Juanan acabó desfondado, Fran Machado no debía haberse cambiado por las molestias que arrastraba. A partir de ahí podemos ir hacia adelante. Lo que no podía suceder es que no competíamos, estábamos separados haciendo cada uno su guerra y esto no era un buen mensaje», sostiene el Gato.
El Ontinyent, sexto en la tabla
Trabajo, compromiso y gol, armas con las que el Ontinyent CF derrotó el pasado domingo al Ejea, lo que le sitúa en la sexta plaza con siete puntos, a un punto de la promoción, objetivo que suena poesía a día de hoy para un grupo corto de efectivos, pero que tiene mucha fe en sus posibilidades.
