Un enamorado del arte por encima de todo. Un artista inquieto, polifacético e inconformista, obsesionado con el último cuadro. Un referente premiado, reconocido y volcado con su profesión, que se fue de manera repentina, dejando una huella imborrable en la escena cultural setabense. Cuando está a punto de cumplirse un año del fallecimiento de Rafael Gómez Aranda (Xàtiva, 1947), los calificativos elogiosos hacia su figura ensancharon ayer el legado del pintor durante la presentación de la primera muestra antológica que le dedica su ciudad.

La exposición se inaugura mañana viernes en la Casa de la Cultura de Xàtiva (20 horas) bajo el comisariado de dos amigos íntimos del grabador, ilustrador y cartelista: Ramón Ortolà i Antoni Barberà. Junto a su viuda, Esther Pérez, ambos desgranaron los preparativos de un merecido homenaje que recopila casi medio centenar de obras, entre grabados, carteles, pinturas y dibujos de diferentes etapas. Con el tributo no solo se ha volcado la familia y las amistades del artista, sino también el ayuntamiento. El regidor de Cultura, Jordi Estellés, señaló como una necesidad recordar a Gómez Aranda «para mostrar su papel trascendental en la cultura de nuestra ciudad». «Cuando se habla de los carteles del Corpus (cuyo diseño ilustró hasta en ocho ocasiones) o de la Bienal de Grabado, se habla de Rafael Gómez Aranda», incidió Estellés, haciendo hincapié en su doble vertiente como artista y docente: impartió clases a muchas generaciones de jóvenes en el IES Josep de Ribera de Xàtiva, al que estuvo estrechamente ligado desde 1978 hasta su jubilación. Estellés dijo sentirse afortunado de ser uno de los alumnos del maestro, del que destacó su sentido del humor y su defensa de la libertad artística como seña identitaria del creador.

Aranda introdujo el grabado en el Bachillerato artístico del instituto, donde se creó un aula dedicada a esta técnica que ahora lleva su nombre. Ramón Ortolà agradeció a la viuda del pintor las «facilidades» para sacar a la luz sus trabajos y habló de la tarea «constante» a lo largo del último año para preparar una exposición representativa de toda la obra de Gómez Aranda (podrá visitarse hasta el 13 de octubre) que, sin embargo, ofrecerá mucho más material de su madurez que de sus inicios, de los que apenas se conservan obras. Ortolà, que no pudo evitar emocionarse recordando a su amigo, evocó una de sus frases para describir su trayectoria. «Decía que no existe la figura del genio, sino la de la persona que tiene capacidades, una formación adecuada y es constante en su trabajo. Esa es la figura de Aranda», enfatizó. Los comisarios retrataron al pintor como un creador «en constante innovación», que nunca dejó de experimentar a lo largo de sus diferentes épocas, obsesionado por «abrir nuevas formas expresivas». Antoni Barberà aprovechó su intervención para sugerir la idea de que se le dedique al grabador un espacio propio en el Museo de Bellas Artes, donde apenas se exhiben creaciones suyas. El comisario describió a Aranda como «una persona extraordinaria y muy generosa», mientras que Esther López afirmó que «el arte era su vida en este mundo» y recordó que no dejó de pintar hasta el último momento, especialmente influido en su última etapa más abstracta (jubilado ya del quehacer docente) por los pintores alemanes Kiefer y Richter.

Una trayectoria premiada

Rafael Gómez cursó estudios de Bellas Artes en València, aunque completó su carrera en la facultad de San Fernando de Madrid, donde desarrolló buena parte de su talento en plena eclosión artística ligada a los últimos años del franquismo. En esa etapa obtuvo el primer premio de Pintura del Ministerio de Educación y Ciencia (1967), pensión de Paisaje (1968), primer premio de Pintura Salón Dorado de la Lonja de Valencia y primer Premio José de Ribera de Xàtiva (1971) . Como ilustrador y cartelista fue el autor de un sinfín de publicaciones y carteles, especialmente relacionados con fiestas y tradiciones locales. Protagonizó numerosas exposiciones por toda la geografía española y fue uno de los integrantes del grupo pictórico Tirant a Blanc.