Ontinyent va a poner manos a la obra en la reparación de los caminos rurales de la ciudad y en la segunda quincena de este mes arranca una actuación que va a reparar tres vías del diseminado que sufrieron numerosos desperfectos tras las lluvias de diciembre de 2016. La Generalitat Valenciana impulsó una línea de ayudas para los municipios afectados y el consistorio ontinyentí invertirá unos 135.000 euros (134.310) en las obras de adecuación de los caminos de la Senda dels Cinc Germans, la Clariana y el Molí de Guerola. En estas tres vías se repondrán taludes, se recuperará el ancho de la calzada original y se repararán muros derribados tras las fuertes lluvias de diciembre de 2016, que en 24 horas dejaron 200 litros por metro cuadrado, provocando numerosos daños en el término municipal. La empresa Pavasal SA se adjudica los trabajos con una ejecución de tres meses.

Los tres caminos, que dan acceso a viviendas diseminadas y parcelas rurales, están abiertos al tráfico, pero arrastran daños en puntos concretos. La zona cero en la Senda dels Cinc Germans está en la intersección con el Barranc de Buñol, donde las lluvias derribaron un muro de mampostería, lo que provocó que cediera parte del talud asentado sobre el muro. También se vio afectada la cimentación de una valla metálica que protege el barranco y que ha quedado al descubierto, con el consiguiente peligro para la circulación. La actuación en este camino contempla la reposición del muro que recubre el talud, así como la impermeabilización de la zona contigua del camino y la construcción de un bordillo para evitar que penetre el agua y vuelva a derribar el muro. También se limpiará un tubo de hormigón que existe bajo el camino, que está obturado por el arrastre de tierras, ramas y hierbas en el barranco. Como mejora al proyecto, la empresa adecuará el firma asfáltico de este camino.

En el Camí Clariana los daños se concentran en la intersección con el Barranc de la Bessona, cerca de la confluencia con el río Clariano, donde las precipitaciones también derribaron el muro de mampostería y afectaron al talud situado tras el muro, que también ha cedido. Además, parte del camino, de hormigón, quedó levantado por el temporal. En esta vía se repondrán los taludes con diques consolidados con hormigón, ya que en épocas de lluvia discurre gran caudal por el barranco, según detalla el proyecto de la actuación.

Por su parte, en el Camí Molí de Guerola, las lluvias provocaron el desprendimiento del talud y del muro de mampostería, dejando una caída de unos 4 metros de altura junto al camino, que además estrecha el ancho de la calzada, creando un serio peligro para la circulación. En este caso, la obra contempla la reposición de taludes con un muro de hormigón para evitar que el agua que discurre con fuerza y gran caudal durante los episodios de lluvia siga afectando al camino, estrechando más la calzada, lo que impediría la circulación normal de vehículos.

Recuperar la seguridad

El ayuntamiento emprende la actuación para reparar los daños, restituir los caminos con su anchura de calzada original y reponer muros y taludes para evitar que nuevas lluvias provoquen más hundimientos y socavones, así como para que estas vías recuperen las condiciones de seguridad de circulación aceptables.