El batallón de especialistas que ha desfilado por el congreso «Castells en l´aire» a lo largo de los últimos tres días ha dejado patente la abultada lista de deberes pendientes que tiene la administración a la hora de conservar, dinamizar y explotar todas las potencialidades del castillo de Xàtiva tras varios años sin apenas inversiones.

En la esfera arquitectónica, el conservador del monumento histórico nacional, Vicent Torregrosa, enumeró el miércoles la notable cantidad de intervenciones todavía pendientes solo en materia de consolidación, un cuarto de siglo después de la puesta en marcha del Plan Director de recuperación de la fortaleza. También anteayer, el profesor José Pérez Ballester dejó claro que la investigación en la esfera arqueológica en el conjunto del castillo se encuentra en una fase muy atrasada: todavía restan muchos esfuerzos en el ámbito de las excavaciones y el estudio de campo para alumbrar todo el patrimonio arqueológico y profundizar sobre el conocimiento del Bien de Interés Cultural.

En las ponencias de ayer se visualizaron otros retos pendientes para impulsar el enclave, a partir de las experiencias compartidas de recuperación y puesta en valor de diferentes castillos de la geografía valenciana en Cullera, Peñíscola, Cobera o Xixona. En el ámbito turístico, Antonio Martín Llinares (del ente público de la Generalitat Turisme Comunitat Valenciana) identificó las carencias y debilidades que, a su juicio, dificultan que exista una oferta dirigida al visitante ajustada al conjunto monumental que posee Xàtiva.

En primer lugar, el técnico de turismo lamentó la ausencia de un programa definido y periódico de inversiones por parte de la Conselleria de Cultura en el castillo del que es propietaria. Los reducidos fondos que llegan en cuentagotas apenas dan para actuaciones puntuales de emergencia y consolidación cuando los muros se vienen abajo o amenazan con derrumbarse, mientras «el estado estructural se agrava a pasos agintados», sobre todo cuando un episodio de fuertes lluvias azota el territorio.

Martín Llinares puso como ejemplo de éxito la fortaleza de Peñíscola, que obtuvo una inversión «envidiable» y ha completado de manera rápida la primea fase de su Pan Director de restauración, a tiempo que ha puesto en marcha un Plan de Arqueología integral en el monumento y dispone de un Patronato Municipal de Turismo (que el técnico echa en falta en Xàtiva) con el objetivo de recuperar la autenticidad del castillo (con 300.000 de visitas anuales) y convertirlo en un gran centro de interpretación sobre la fortaleza y su historia. A juicio de Martín Llinares, en cambio, el castillo de Xàtiva «languidece mendigando a la Generalitat» unas obras más que urgentes y necesarias mientra el recinto defensivo sigue a merced de los temporales. El especialista propuso una batería de actuaciones para impulsar el tránsito del recurso monumental «hacia un auténtico producto turístico» de primer orden, como la redacción de un Plan de emergencia autonómico con una línea presupuestaria continua que la fortaleza setabense merece, según éste, por su carácter emblemático, su extensión y protagonismo en todas las épocas de la historia valenciana». En cinco años, la primera intervención de calado en el castillo fue adjudicada este verano por 278.000 euros para restaurar la Torre de l'Esperó.

Gestión profesionalizada

Martín Llinares abogó por una gestión profesional turística del castillo, con la figura de un gerente alejado del clientelismo político y cualificado para atajar el actual «descontrol», coordinar todas las actuaciones, proponer problemas y plantear soluciones, estableciendo sinergias con una iniciativa privada que también necesita de un impulso en los ámbitos de la restauración y el alojamiento.

El técnico de Turismo echó igualmente en falta una mayor planificación de actividades turísticas complementarias en el castillo, dentro de una programación anual continuada que incluya visitas teatralizadas, talleres arqueológicos o un centro de interpretación del monumento y su valioso entorno natural. Todo ello, agregó, debería ir incardinado a una oferta turística gobal de Xàtiva que mire hacia fuera y busque prolongar las estancias de un solo día en la ciudad. El técnico propuso recoger la opinión de los visitantes mediante encuestas de satisfacción. En otras ponencias también se compartió la necesidad de mejorar la experiencia del visitante del castillo. En la fortaleza de Cullera, por ejemplo, hay audioguías en seis idiomas. El congreso sobre castillos en la historia y la ficción termina hoy.