la séptima convención de la patronal Euratex convirtió a Ontinyent en epicentro del lobby textil europeo. Sucedió el pasado miércoles, donde los representantes de las principales patronales del sector se citaron para debatir sobre los retos de futuro; uno de los cuales „tal vez el principal„ anima a invertir en sostenibilidad y digitalización. Ontinyent se engalanó, en calidad de ciudad anfitriona. El evento tuvo lugar en el complejo hostelero de la Clariana. La anunciada presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, finalmente, digamos que por razones de agenda, se frustró. En cambio el presidente de la Generalitat, Ximo Puig y otros cargos relevantes, no faltaron a tan singular cita.
Los valldalbaidins son los más pobres. Los números no engañan y el informe que publicaba este diario, basado en datos de la Agencia Tributaria, o sea la renta per cápita en la comarca, es irrefutable: entre los 50 primeros municipios no encontramos ninguno valldalbaidí. Y eso que el municipio situado en el nº 50, les Alqueries, solo manifiesta 22.962 euros. Habría que ver como un especialista en el asunto desmenuza los datos existentes, municipio por municipio de la comarca. Para así saber amb pels i senyals como son de pobres los valldalbaidins en comparación al resto de valencianos y, por ende, de españoles. Tampoco los datos sobre el descenso en empresas, un 2'8%, y autónomos, 1'2 %, en el tercer trimestre de 2018, según el Institut Valencià d'Estadística, resultan halagüeños para la Vall. Explicaciones al descenso se podrán dar muchas, pero las cifras son ésas.
Políticos de campanario. Sorprende, desde la ecuanimidad y la justicia social, que la portavoz de Compromís en Xàtiva, Cristina Sunyer, se haya sumado a otras voces críticas aquejadas del síndrome de campanario al presumir que el nuevo hospital de Ontinyent relegue las inversiones en el Alcanyís. Es de cajón que si Ontinyent va a tener, unos 35 años después que la capital de la Costera, un hospital digno, y que entre otros aspectos evitará el desplazamiento a Xàtiva de muchos ontinyentins, así como de otros municipios de la Vall, que por lógica disminuyan las necesidades de todo orden en el de Xàtiva. Así que menos rasgarse las vestiduras y más entender que el pretendido potencial del Lluís Alcanyis se erigió a base de discriminar a Ontinyent y su comarca. Por todo ello, es inconcebible que se despache con un arrebato de imparcialidad: «No estamos diciendo que se destinen inversiones a Xàtiva y a Ontinyent no; queremos que se destinen a los dos sitios». Sunyer y los que la secundan debieran saber que, comparar y reclamar posibles mejoras hospitalarias, sin estar convenientemente avaladas, con el nuevo y demando nuevo hospital de Ontinyent, puede resultar hasta ofensivo para unos usuarios históricamente discriminados por las administraciones.
Carmen Alborch. Consternación por la muerte de un icono valldalbaidí. La hija predilecta de Castelló de Rugat (1947) y exministra de Cultura (1993-1996), entre otros ex que fue dejando tras de sí en una vida dedicada al servicio público, se ha ido. Carmen Alborch deja un vacío insustituible. Su impronta, como pionera en la lucha por la igualdad de la mujer, ha quedado plasmada en sus libros y en su forma de afrontar la vida.
