Eros Recio, el primer bailarín profesional con síndrome de Down y que acaba de regresar de una gira por México y las Islas Canarias, no descansa. Su proyecto para el año 2019 se implica profundamente en la historia de Xàtiva, pues en febrero del próximo año se cumplirán 400 años de la gran expedición dirigida por el setabense Diego Ramírez de Arellano que culminó con el descubrimiento de las últimas tierras americanas antes de tocar la Antártida: las Islas de Diego Ramírez.

El Ayuntamiento de Xàtiva ha cedido la Casa de Cultura para la presentación de la obra, titulada En busca del fin del Mundo. será el próximo día 16. La pieza narra por primera vez sobre un escenario la epopeya del cosmógrafo Ramírez desde que salió de Xàtiva hasta que consiguió montar una expedición que cartografió totalmente la Tierra de Fuego, el sur extremo de Chile y Argentina, territorio que bautizó como Isla de Xàtiva; el descubrimiento de las Islas de Diego Ramírez, que mantienen su nombre original cuatro siglos después, y su regreso a España, cuando el Rey le encargó un viaje científico a Filipinas que ya no pudo realizar porque falleció. Recio se ha dirigido igualmente al president de la Generalitat y al del Consell Valencià de Cultura para que 2019 sea declarado por las Corts Valencianes como "Any de Diego Ramírez", el primer europeo que estuvo a las puertas de la Antártida.

«Si Diego Ramírez fuera inglés u holandés ya le hubieran dedicado varias películas o novelas, pero en nuestro país no sabemos valorar a estos grandes hombres, ni les damos importancia a sus históricas gestas», explican los promotores de la obra. «Yo quiero realizar mi homenaje con lo único que sé hacer: bailar», añade Eros Recio. Esta obra descubrirá a un personaje entrañable; sus amores y sus desvelos por llegar donde nadie había llegado, han añadido.

Música de un beniganense

El compositor de Benigànim Pablo Bas ha creado una partitura para esta obra y el pintor Enrique Carrión se encarga del cartel y las escenografías. Además, Eros quiere dedicar este estreno a su amigo Sergio Requena, el muchacho con síndrome de Down que falleció este verano en las montañas de Enguera al perderse durante un campamento de verano de Asindown. «A él le encantaba la música y bailar, como a mí», recuerda.