Hermana del alcalde Manuel Casesnoves, del activista de izquierdas Joaquín o de la misionera Carmen. Viuda del dirigente deportivo y funcionario municipal Tomás Vinaches. Hija del matrimonio Casesnoves-Soldevila, en proceso de beatificación... Es fácil situar en Xàtiva la figura de Adela Casesnoves Soldevila, fallecida el sábado a los 90 años. Pero sería injusto asociarla a cualquiera de las referencias antes mencionadas y no glosar su trayectoria por sí sola: la de una mujer incansablemente activa, maestra del Gozalbes Vera hasta su jubilación y siempre enfrascada en alguna iniciativa social o vinculada con la iglesia.

De impronta adusta al principio, esa pose no se correspondía después con su enorme afabilidad. Y con su extraordinaria entrega. Adela, que el año pasado se restableció de manera asombrosa de un ictus leve sin secuelas, hizo vida normal hasta el último momento ya que su fallecimiento ha sido repentino. Su vigor y su aspecto ponían en duda que tuviera ya esa edad. De hecho, el jueves pasado estuvo atendiendo sus innumerables tareas en la parroquia de la Seu, donde fue camarera de Nuestra Señora de la Seo durante más de cincuenta años y en cuya comunidad era un referente tal vez insustituible.

Adela era la mayor de nueve hermanos, aunque en realidad fueron once ya que sus primos Ignacio y Elena Soldevila quedaron huérfanos de padre y madre y se criaron con ellos y sus tíos: Manuel Casesnoves Soler y Adela Soldevila Galiana. Después de Adela estaban, por orden de edad, Manuel Casesnoves (farmacéutico, alcalde socialista de Xàtiva de 1979 a 1983, fallecido en diciembre de 2011); Pilar, también fallecida; Dolores, Carmen, Joaquín (que moría en febrero de 2014); Nieves, José Enrique y María. Dolores y Carmen son religiosas. La primera reside en la Casa Ecumene, en Alcalá de Henares, y Carmen es misionera en Venezuela desde hace años. Pese a su edad, a la conflictiva situación económica y política del país y a la insistencia de su familia, se niega a regresar a España. José Enrique fue inspector de trabajo y vive en Málaga. Respecto del primo Ignacio, fallecido en Quebec (Canadá) en 2008, cabe recordar que fue académico de la Lengua española, doctor en Literatura y profesor universitario.

Adela dedicó medio siglo de su vida a la práctica docente. Estuvo en los colegios de Bellús y Torrella inicialmente, para pasar a Xàtiva a finales de la década de los 60. Su tramo profesional más importante fue en el Gozalbes Vera, donde se jubiló en torno a 1992. Estuvo casada con Tomás Vinaches, fallecido en 2003, que fue depositario del ayuntamiento, presidente de la Junta Local Fallera de Xàtiva de 1987 a 1995, directivo del Olímpic en los años 50 y 60 y del Levante UD a finales de los 70, cuando intervino en el sorprendente fichaje de Johan Cruyff por el club granota. Era madre de tres hijos: Adela, maestra de Novetlè; Pilar y Manuel, asesor fiscal. Y tenía varios nietos.

Un matrimonio hacia los altares

Una persona de las profundas convicciones religiosas de Adela vivió con extraordinario gozo el inicio en 2009 del proceso para la beatificación de sus padres, en curso en la Santa Sede. La inconmensurable generosidad de Manuel, fallecido en 1958, y de su esposa Adela, que moría en 1988, dio pie en 2004 al libro Un matrimonio para la historia, del sacerdote José Esparza Tolosa, de Llanera de Ranes, que sería el germen para ahondar en el posterior reconocimiento eclesial a ambos, cuyo espaldarazo hay que atribuir al abad de Xàtiva de 1995 a 2015, Arturo Climent Bonafé.