Uno de los siete ayuntamientos socios vinculados al proyecto Life+ Ecoglauca Ergón adjudicó los trabajos técnicos de seguimiento de las plantaciones sembradas en su parcela experimental a una empresa que inicialmente había quedado excluida del procedimiento negociado sin publicidad de contratación por no haber presentado toda la documentación requerida en tiempo y forma.

Como desveló ayer Acció Ecologista Agró, sin embargo, la consultora In4wood, SL, creada por el primer presidente de la Plataforma Forestal Valenciana y una de las mayores beneficiadas del programa coordinado por el consistorio de Enguera, se adjudicó el contrato por más de 40.000 euros después de que renunciaran las cuatro firmas que habían obtenido la mejor puntuación. Aunque un informe técnico aconsejó que se repitiera el proceso para garantizar el cumplimiento de la ley, según ha podido saber este diario, In4wood terminó siendo la contratada en Fontanars.

El informe que en 2016 presentó esta empresa en cumplimiento del encargo municipal es señalado por Agró como «ejemplo de la mala calidad» del proyecto y una de las causas habría precipitado su cancelación anticipada y la reclamación de reintegro de ayudas por parte de la Comisión Europea, que Enguera ha recurrido ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo.

Pese a sus 110 páginas de texto, Agró sostiene que en el citado informe «sólo las dos últimas hablan propiamente de la plantación efectuada, pero no dan ni un solo dato cuantitativo al respecto, por lo que no sabemos si se plantaron 100 plantas o dos mil, o cuántas en concreto; ni sabemos las que sobrevivieron, ni las dimensiones». La firma ni siquiera se reunió con el ayuntamiento. «Las fotos que aparecen en estas dos páginas corresponden otros municipios, y una es una foto aérea donde no se puede distinguir ninguna planta y otra es una borrosa foto lejana, también de otro municipio, donde no se puede saber si son unas plantas u otras, ni hacerse una idea de los resultados», detalla el colectivo, que echa en falta «datos objetivos y cuantificados» y subraya en cambio la presencia de «frase poéticas referidas a parcelas diferentes de la estudiada».

Agró, que censura las relaciones entre los promotores del programa y los adjudicatarios de los contratos, asegura que, desde 2015, los técnicos europeos advirtieron a los socios de Ecoglauca de las deficiencias contenidas en estos informes «que tienen un exceso de contenidos genéricos». «¿Por qué los promotores no quieren reconocer esto y se embarcan en un recurso legal contra Europa, falseando las verdaderas causas del fracaso del proyecto?», pregunta el colectivo, que va a pedir a todos los ayuntamientos involucrados copias de la documentación de Bruselas invocando a la legislación europea de acceso a la información ambiental.

Desde el consistorio de Enguera han defendido tanto la limpieza de los procedimientos de contratación, en los que en algún caso se invitó hasta a 7 empresas, señalan, como la calidad del proyecto, atribuyendo a los cambios de criterio de Europa la cancelación del proyecto. «Que no escondan responsabilidades ni nieguen evidencias: están mintiendo», insiste Agró.