La Conselleria de Medio Ambiente ha puesto en cuarentena la aprobación del Plan General Estructural de Rugat hasta que el ayuntamiento subsane una docena de deficiencias indispensables para que el nuevo planeamiento urbanístico obtenga la declaración ambiental favorable.
Una de las problemáticas en las que más hincapié hace el organismo autonómico es en la existencia de un importante camping situado en una zona inundable de la población de la Vall d'Albaida, de apenas 179 habitantes. El acuerdo hecho público ayer insta al consistorio a corregir la redacción de sus normas urbanísticas para dejar claro que dicha instalación debe quedar fuera de ordenación. Aunque ello es compatible con que la actividad continúe funcionando como hasta ahora, la Comisión de Evaluación Ambiental exige que se elabore un Plan de Emergencia y que no se autoricen obras más allá de la «mera conservación» en el complejo, situado junto a un lago rodeado de barrancos.
El camping, que dispone de bugalows, abrió sus puertas en 1992 con las oportunas licencias y ocupa más más de 25.000 metros cuadrados. La empresa familiar promotora desplegó una inversión comprando terrenos para una ampliación, pero la aprobación del Plan de Prevención del Riesgo de Inundaciones (Patricova) frenó sus planes. La Declaración de Interés Comunitario (DIC) solicitada para las obras fue rechazada.
Aunque dicho plan no afecta a la actividad previamente existente del camping, la Comisión Ambiental determina que, según la cartografía de inundabilidad del Patricova, «existe un riesgo tanto para las personas como para los bienes y no se puede eludir esta circunstancia». La resolución del organismo autonómico concluye que «lo más adecuado sería que la actividad se traslade, pero si opta por su mantenimiento debe elaborar un Plan de Emergencia y adoptar medidas correctoras a aprobar en un estudio de inundabilidad». El camping subraya que la legalidad del complejo no se discute y limita la problemática a la ampliación proyectada. En sus alegaciones, el negocio recordó que para la tramitación de la DIC se elaboró un estudio de inundabilidad que garantizaba la seguridad. Según la conselleria, no consta que el documento se haya aprobado. La titularidad de la explotación también ha recurrido el Patricova. Los documentos del Plan General promovido por el ayuntamiento señalaban como «bajo» el riesgo de inundación en el enclave y regulaban la actividad dentro de una Zona Rural Protegida por Riesgo de Inundación, permitiendo su continuidad pero restringiendo su ampliación. La Comisión Ambiental, sin embargo, obliga a corregir dicha zonificación porque «puede llevar a errores interpretativos» y a suponer que la explotación «tiene su zona propia con una regulación individualizada», cuando no es así. La resolución aclara que el camping ha de quedar sin lugar a dudas fuera de ordenación. «Si en un futuro se demuestra con estudios de detalle que la zona no resulta inundable podrá tramitarse una modificación del Plan para corregir esta circunstancia, pero a fecha de hoy los estudios indican que es inundable y no resulta correcto permitir su uso por el riesgo que supone para las personas», apostilla el texto.
El complejo representa a día de hoy una importante y reputada actividad económica en el municipio de Rugat, amenazado por la despoblación, y fue en su día un proyecto pionero de apuesta por el turismo de interior en la Vall.
La depuradora frena el desarrollo
Rugat se maneja con unas normas urbanísticas de 1989 totalmente desfasadas. El PGOU que ahora está tramitándose amplía en casi 25.000 metros cuadrados la superficie de suelo urbano y urbanizable y plantea en un futuro dos crecimientos residenciales sostenibles hacia el este y sur del casco urbano que permitirían la edificación de hasta 151 nuevas viviendas nuevas, con un techo poblacional fijado en 225 habitantes.
Ahora bien, para que puedan desarrollarse las dos unidades de ejecución contempladas en el planeamiento urbanístico primero ha de construirse la depuradora proyectada por la Epsar en el vecino municipio de Aielo de Rugat, en fase de tramitación. Hasta entonces, como advierte la Conselleria de Medio Ambiente, todo crecimiento queda congelado. La carencia de un sistema de depuración de aguas residuales constituye «uno de los principales problemas ambientales de Rugat».
Otro condicionante que pone el organismo autonómico para el desarrollo residencial es la necesidad de aplicar medidas correctoras para mitigar el ruido producido por la cantera del Molló. La Comisión Ambiental también pide aclarar las discrepancias existentes en cuanto al límite con el término municipal colindante de Castelló de Rugat en la citada actividad extractiva, a raíz de las alegaciones de los titulares de la explotación. La resolución obliga al ayuntamiento a ampliar de 500 a 1.000 metros la distancia mínima a la que deben situarse las granjas de los suelos urbanos y urbanizables. Junto al camping, también se sitúa en zona inundable una industria cerámica. El PGOU plantea que en un futuro ambas actividades puedan obtener las DIC solicitadas.
