El Ontinyent volvió a tropezar en su estadio, el Clariano, esta vez ante un Valencia-Mestalla que mereció algo más que el empate, especialmente después de la expulsión de Calahorro. Con este resultado (2-2), los blanquinegros no conocen la victoria en su estadio desde la jornada 4, con el triunfo ante el Ejea por 1-0. El partido ante el filial valencianista focalizó su momento clave en la clara expulsión de Juanito Calahorro, que tuvo que trabar al punta valencianista cuando este se disponía a poner las tablas en el marcador. A partir de aquí, el mini-che fue un ciclón en la portería de un Craviotto que demostró una vez más que el Ontinyent no echa de menos a Álvaro Campos. No obstante, el último tramo del primer acto también fue de dominio valencianista que pudo, ya en ese intervalo de tiempo, poner el equilibrio en el luminoso. Hasta aquí los méritos de los pequeños de Peter Lim.

Enfrente un Ontinyent que arrancó con calidad y eficacia el choque, con el golazo de Tito Malagón que contagió optimismo a la grada. Con el paso de los minutos, la calidad visitante fue ganando protagonismo al empuje ontinyentí. Tras el paso por vestuarios y después de la eventualidad de Calahorro, los futbolistas textiles tiraron de orgullo y resiliencia, y volvieron a mandar en el luminoso hasta que en el descuento «un centro mal pegado, donde no había nada, entró por la escuadra», lamentaba un Vicente Parras que piensa que cualquier error que comete su equipo lo paga caro. «Hay equipos que a estas alturas de la competición hacen cosas mal y no le penalizan tanto como a nosotros. El domingo medimos mal no ir en un dos contra dos a la salida de un córner y el rival la metió por toda la escuadra. No puedo decir nada a mis jugadores porque tras el partido estaban todos muertos, con los dos fisios trabajando a tope».

Analizar el video del partido

No obstante, el técnico alicantino quiere profundizar en los aspectos positivos que rodean al quehacer semanal de la plantilla sin olvidar los errores que están costando muy caro jornada tras jornada. Por eso, desde mañana «pondremos el video para ver qué cosas hemos hecho bien. Hemos defendido con orgullo, además hemos conseguido el 2 a 1 cuando nadie daba un duro por nosotros», recalcaba Parras.

A pesar de ser un entrenador que no levanta la voz para criticar la labor arbitral, Vicente Parras se quejó de las pequeñas decisiones, las cuales «nos perjudicaron, no hablo de la expulsión que ha sido clara sino de los pequeños detalles. No sé si fue por el rival, no lo sé». Sobre si hay una varita mágica para salir de esta situación, el entrenador del Ontinyent fue tajante: «Con trabajo».