Pese a tratarse un alcalde descabalgado de su cargo por una nueva mayoría de izquierdas, el PP confía de nuevo el puesto de candidato a la alcaldía a Javier Sicluna. El viernes pasado, en la cena de Navidad de la formación y ante alrededor de 90 asistentes, según fuentes del partido, Sicluna hizo oficial que ya es el candidato. El exalcalde es actualmente el líder de la oposición en el consistorio de l'Alcúdia de Crespins, donde gobiernan juntos el PSPV-PSOE y Compromís.

Sicluna se convierte de este modo en un candidato atípico, porque por lo general la dirección regional del PP no suele renovar la confianza en candidatos que se presentan como alcaldes y pierden. Sí lo hacen con aspirantes que no son primeros ediles, aunque no logren el objetivo de gobernar.

Javier Sicluna, médico, ha sido alcalde de l'Alcúdia de Crespins durante ocho años: de 2007 a 2015. En 2007 ganó como primera fuerza pero obtuvo menos concejales que la oposición junta: cinco frente a seis. Sin embargo, el lógico pacto PSPV-PSOE (cinco ediles) con Compromís (uno) no cristalizó, y gobernó en minoría. Pero las elecciones de 2011, con un aumento de once a trece ediles en el ayuntamiento, fueron las del respaldo a su acción de gobierno ya que logró la mayoría absoluta. El PP obtuvo siete concejales; los socialistas cuatro y Compromís dos.

En 2015, el PP ganó las elecciones con 1.185 votos (había obtenido 1.604 en 2011). Pero el PSPV empataba a regidores (cinco, con 1.078 votos) y Compromís sumaba tres (698 votos). La cómoda mayoría absoluta entre las dos formaciones de izquierda (ocho regidores frente a cinco) hizo inevitable el pacto. El primer tramo de legislatura gobernó el socialista Roberto Granero. Mientras que en el segundo lo haría Josep Garrigós, de Compromís, quien años atrás era del PSPV-PSOE. La plena sintonía entre ambos hace de esta de l'Alcúdia de Crespins una de las mayorías entre nacionalistas y PSPV más sólidas de la Costera.

Además de sorprender que tras la derrota de 2015 Sicluna asumiera el papel de jefe de la oposición y portavoz del PP, es más llamativo aún que el partido le confíe de nuevo el primer puesto de la lista de 2019 por ello y porque el ayuntamiento arrastra una deuda de 3,4 millones de euros derivada de una sentencia urbanística en contra que afea toda su gestión.