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Un cierre cobarde e injurioso

Al hilo de lo publicado por este diario en los pasados días sobre la ligereza con la que ha actuado el juez mallorquín Miquel Flirt al transgredir una norma fundamental contemplada en la constitución, cabe recordar que ese parapeto constitucional, el de la fuente, es del que se han servido, pero pérfidamente, desde el Ayuntamiento de Ontinyent. Una fuente que no ha dado la cara, por lo que se ve, ha lanzado una serie de improperios y medias verdades, que si algo han dejado bien claro es que nos encontramos ante una mala persona. Que rezuma rencor por los cuatro costados. Que la OTK es un local con más de 30 años de actividad que la antigua OTK, por no adaptarse a los usos que marca el PGOU, venía funcionando con una licencia provisional era de Perogrullo. Y que el local solo abría en contadas ocasiones, también es cierto. Pero que se le aplicara distinta vara de medir en relación a las comparsas y otros saraos que se celebran en la ciudad, era algo tangible e irrefutable. ¿Entonces de donde le vienen esas ansias presurosas, huérfanas de moral, puesta en tela de juicio? Manchan, sin escrúpulos, la honorabilidad de difuntos al meter prisas policiales desde el poder municipal que ostentan. Y uno se pregunta ¿para qué? Asíq que cierran a cal y canto el recinto, con algunos eventos comprometidos para estas fechas navideñas. Y se quedan tan panchos.

Su prepotencia no beneficia a nadie, pues ahora no había nada diferente a como venía aconteciendo los últimos años. Pero las malas personas son así, tiran la piedra y esconden la mano. Un local en el que han celebrado mítines de campaña la mayoría de partidos políticos o por donde han pasado ministros sin ningún contratiempo, como Ángel Gabilondo. En fin, un cierre que no está avalado por ninguna ejecución de obra pública inminente. Y si en 2013 una jueza ordenaba la suspensión cautelar de la orden de cierre, lo que permitió al propietario reabrir las instalaciones, la controversia aflora. Pero el consistorio, para justificarse, lanza acusaciones descabelladas y denigratorias y achaca al local una de las lacras contra la que con mayor ahínco luchó este local: el botellón. En fin, un compendio de difamaciones y calumnias. Y es lo que pasa con algunos técnicos de dudosa rentabilidad municipal, que ocupan su ocioso tiempo en hacer amigos entre la ciudadanía.

La «Coca-Cola» que nace en Aielo de Malferit. Ha surgido un proyecto al que cabe desearle toda la suerte del mundo. Es el que a través de la aielonera Lucía Mompó ha rebautizado a una famosa bebida para que no haya dudas ni confusiones, Malferida. A base de ingredientes naturales, se trata de una bebida saludable que desde Lanzadera (la plataforma de Juan Roig) presenta estos días el rescatado proyecto. Lucia, con solo con 22 años, ha venido a demostrar que es toda una echada para adelante. Y ahora a esperar. Si primnero fue aquella antigua Nuez de Kola-Coca que dicen que dio origen a la Coca-Cola americana, ahora surge esta Malferida.

Una efemérides universitaria de la que cabe felicitarse. Lo difundió este diario en un suplemento especial el pasado sábado: «La Universitat de Ontinyent; un projecte pioner convertit en marca de ciutat». Y es que esa gran verdad hoy se palpa y se siente en la capital de la Vall. La Universitat ha sido como un gran balón de oxigeno. El cual, y pese a la grave crisis textil del cambio de siglo, ha permitido seguir respirando, asirse a nuevas alternativas. Pero tan magno proyecto educativo tuvo, en sus inicios, toda clase de trabas, como muy bien destacan algunos protagonistas originarios. Los frenos, a cargo principalmente del PP, salieron a flote en el transcurso de la reciente mesa redonda que se celebró para conmemorar la efemérides. Que se sepa.

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