Fue una de las primeras medidas anunciadas por el gobierno municipal de Xàtiva en septiembre de 2015, pero hasta ahora no había terminado de implementarse de manera efectiva por la escasez de personal y los problemas con los turnos de la plantilla. La reestructuración interna de la Policía Local que entró en vigor el 1 de enero, sin embargo, ha permitido al consistorio poner por fin en marcha una unidad de policía de barrio con 4 agentes fijos que, desde este lunes, se dedican específicamente a patrullar a pie las calles y a estar en contacto directo con los vecinos y sus conflictos diarios. Hasta el momento existía un conato de servicio, pero los agentes iban rotando continuamente, con lo que no llegaba a genenarse la relación de cercanía y confianza que se pretende alcanzar con la ciudadanía.

La mejora de las condiciones de la Policía Local -con aumentos de sueldo y una reorganización de los cuadrantes para incrementar la presencia en las calles y la eficacia del cuerpo- ha sido el acicate definitivo para reactivar la medida, cuyo objetivo pasa por aproximar a la ciudadanía el servicio de policía municipal, impulsando el papel de los agentes como interlocutores entre el ayuntamiento y los vecinos de Xàtiva. En ese sentido, los barrios periféricos de la ciudad se han dividido en 6 zonas por las que patrullarán los 4 agentes, dos en horario de mañana y dos por la tarde: Hort de Mora-Raval, San Pere-San Josep, Ardiaca-Almas, Barri Nord-Oest, Selgas-Barrio del Carmen y Grupo Casesnoves-La Bola.

La unidad se sumará a las patrullas habituales de Policía Local, garantizando una presencia policial continúa en los barrios. De momento, los agentes asignados han comenzado a identificarse y a ofrecer sus servicios. Además de las actuaciones en materia de seguridad ciudadana que le son propias, la policía de barrio mantendrá contactos regulares con comerciantes y asociaciones de vecinos y desplegará otras tareas consistentes en la supervisión de obras o la intermediación en la resolución de problemas de comunidades de vecinos, incentivando en todo momento el trato directo y amable. Al mismo tiempo, será los ojos del consistorio en la calle, una fuente de información para los departamentos municipales.

«La policía de barrio está basada en una filosofía eminentemente preventiva», explica la regidora de Seguridad Ciudadana, Mariola Sanchis. «Prima el trato directo con los vecinos, el auxilio, la ayuda personal, la búsqueda de soluciones a los problemas inmediatos, así como la integración con el vecindario donde se desarrollará su función», sostiene la edil, que fija el reto de «responder a la demanda social de seguridad, ofreciendo un servicio de calidad», sentnecia.