La última asamblea de Compromís en Xàtiva ha roto de forma definitiva las débiles costuras que sostenían a un colectivo hecho añicos a cinco meses de las elecciones municipales. La guerra desplegada desde 2015 por el aparato del partido para dejar sin ningún poder interno a la cuatro veces candidata de la coalición y regidora de Urbanismo, Cristina Suñer, cumplió el jueves su último objetivo con la ajustadísima aprobación (por 14 votos a 13) de un proceso de primarias cerradas a los militantes que dejaba a la edil Empar Penadés, aliada de Suñer, sin opciones virtuales de ganar el pulso lanzado en octubre a los órganos de dirección del Bloc y Compromís. Penadés ha renunciado a seguir en la carrera para encabezar la lista de la coalición en mayo después de impugnar la asamblea: mantiene que no se han seguido los procesos pactados y que el candidato ya estaba decidido de antemano. Ninguna regidora de la coalición repetirá en las listas.

Los otros dos aspirantes oficialistas a las primarias, mientras tanto, negocian integrarse en una lista única de consenso. Si se cumple el guión que ayer predijo Suñer, Xavier Vidal terminará dando un paso atrás porque los planes del aparato del partido pasan, desde hace meses, por aupar como candidato a Ferran Minguet, secretario local del Bloc, de 29 años. La teniente de alcalde fue un paso más allá al desvelar que el reglamento de primarias aprobado en la asamblea del jueves, que tachó de «lamentable», resucitaría la posibilidad de una alianza electoral entre Compromís y Xàtiva Unida-EU con vistas a la cita con las urnas. «El último punto abre la puerta a que la ejecutiva negocie con otros partidos y decida si vamos juntos a las elecciones», señaló Suñer, que, en ese sentido, recordó que existe un acuerdo adoptado por unanimidad por la asamblea de Compromís para concurrir en solitario. En marzo, la dirección de la coalición negó taxativamente que se hubiera negociado con Esquerra Unida un pacto preelectoral. Una hipótesis que se vio alimentada con la entrada de Isabel Serra, directora territorial de la Conselleria de Igualdad y ex de EU, en la ejecutiva de Compromís. Serra, cuya llegada no fue bien vista por Suñer, ocuparía el número dos en la candidatura de la coalición valencianista, puesto que el reglamento de primarias reserva el puesto para una mujer integrante de Iniciativa y ésta es la única que reúne ahora mismo el perfil. El distanciamiento de Suñer con Xàtiva Unida y su candidato, Miquel Lorente, en detrimento de una mayor cercanía con el alcalde Roger Cerdà y el PSPV, es una de las cuestiones que echan en cara a la regidora de Urbanismo los cargos orgánicos de Compromís,algunos de los cuales no ocultan su acercamiento a la formación de Miquel Lorente y se han dejado ver en sus actos.

Ayer, el portavoz de la ejecutiva de Compromís, Eliseo Oviedo, salió al paso de las críticas de Empar Penadés para defender la absoluta validez del proceso de primarias y el correspondiente reglamento, pactado por las ejecutivas del Bloc e Iniciativa. «Se trata de respetar la democracia, de asumir que las votaciones se pueden perder y que no siempre se gana y se obtiene lo que se quiere. Cuando hay más de una candidatura, las primarias son el instrumento que permite a la militancia expresarse democráticamente», sentenció el portavoz local de Compromís.

«Las maniobras vienen de 2015»

Suñer, en cambio, sostiene que el proceso ha estado lleno de injerencias desde el principio para evitar que Penadés tuviera opciones de encabezar la lista. Ambas se mostraron partidarias de unas primarias abiertas a los simpatizantes y reprocharon a la ejecutiva que fijara la asamblea en horario laboral y después de haberse convocado y desconvocado dos veces. Además, echaron en falta una reunión previa del Bloc, partido al que pertenecían los tres candidatos en liza. En Xtradio, Suñer denunció «un montaje de la secretaría general del Bloc basado en la animadversión a mi persona, provocada por enfrentamientos internos» y tachó de «absurdas» las «maniobras» desde 2015 para apartarla. «La debilidad del Bloc ahora mismo es máxima. Nos ha costado mucho llegar aquí y molestábamos desde el minuto uno porque todos los pactos que hubieran querido hacer o la incorporación de determinadas personas de otros partidos sabían que no íbamos a permitirlo», dijo. Para Suñer, el resultado es «un descrédito público» de Compromís. La durante 15 años regidora lamenta la falta de apoyo interno al trabajo del grupo municipal y se muestra molesta por el menosprecio manifestado por los candidatos hacia su gestión. «Se nos puede acusar de muchas cosas, pero no de haber incumplido el programa electoral. Nos vamos a casa con las creencias ideológicas intactas», zanjó.

Por su parte, el dirigente del Bloc y aspirante a candidato, Ferran Minguet, se mostró ayer dialogante y reconoció el trabajo diario del grupo. No obstante, defendió que «necesitábamos un punto de inflexión para intentar cambiar las cosas». «Es normal el malestar de Empar. Ha hecho mucho trabajo y yo sí que lo valoro. El colectivo es amplio y ha hablado. Ni unos tienen la razón absoluta ni otros culpa de nada», señaló el candidato a preguntas de este diario.