Dos iconos del patrimonio de Ontinyent como son el Molí Descals y el hotel Kazar han sido rescatados esta misma semana. El molino, un edificio del siglo XV, situado en una parcela de 4.000 metros cuadrados, ha sido adquirido por el gobierno municipal tras llegar a un acuerdo con la familia propietaria del inmueble. Por unos 60.000 euros. La construcción se encuentra notoriamente deteriorada, por lo que la actuación ratifica, a priori, las palabras del batle, Jorge Rodríguez, cuando asegura que la ciudad «protege su patrimonio2. Y por ende, ello permitirá avanzar en el desarrollo de los objetivos del proyecto Riu Viu, agregó, posibilitando el construir un itinerario peatonal que conectará el Trinquet de Gomis. El Molí Descals fue construido en 1415. Actualmente está catalogado como Bien de Relevancia Local. Al estar ubicado junto a la antigua fábrica de Manuel Revert, de propiedad municipal, donde se está construyendo el Museu Tèxtil Valencià, ha motivado que se hiciera un avance de planes, por parte del alcalde. Al definir el uso del molino como de museo etnológico y propiciando una «zona museística». Un extremo, este, que seguramente deberá negociar y consensuar con el resto de formaciones políticas.
Con este nuevo paso el gobierno municipal va completando el puzzle para unir las dos orillas urbanas del Clariano. Sin embargo no son pocos los especialistas que siguen sin entender la falta de compromiso, tanto de este como de los anteriores gobiernos municipales, ante la que es sin duda la pieza clave de un proyecto que se autotitula Riu Viu: el de una pasarela peatonal que una la zona del Trinquet de Gomis con la del Tirador. Incomprensiblemente este puente, que debería ser la joya de la corona del Riu Viu, ni es contemplado por el proyecto que ejecuta el gobierno municipal ni está registrado en el último PGOU. Otro éxito moral de esa Oficina Técnica que, cada día que pasa, manda y dirige más en el urbanismo de la ciudad que no los representantes políticos. La historia juzgará sus desficacis.
?Hotel a salvo. Por otra parte, Caixa Ontinyent, con la compra del hotel Kazar, además de asumir la gestión y la actual plantilla, ha rescatado un patrimonio singular de la ciudad. Pero también un icono emotivo, ya que en este lugar se sirvió un almuerzo presidido por los reyes actualmente eméritos, monarcas de España entonces, ese 14 de marzo de 2006 en el que tuvo lugar la famosa comida. Entre otras nostalgias. Con este nuevo paso, Caixa Ontinyent, además de, cómo corroboran los propietarios, asegurar la continuidad del negocio, mantiene para la ciudad un cuatro estrellas y con todo lo que representa estar gestionado por gente de aquí. Un cambio de propiedad, en definitiva, que abre nuevas y esperanzadoras perspectivas dada la acreditada reputación de los nuevos gestores.
?Gesto muy loable. Que de las 80 empresas de la Asociación de Empresarios Textiles de la CV, Ateval, 38 procedan de la Vall d'Albaida, casi la mitad, expresa muy a las claras la importancia de esta comarca en el computo del sector, con Ontinyent a la cabeza. De ahí que la visita del alcalde Rodríguez es un gesto alentador para los que estuvieron en la Heimtextil de Frankfurt, en Alemania.
