Sin novedades en el frente. Una obra que comenzó en 2008 y que tendría que haberse completado en 2012 es la única inversión concreta que aparece con una partida específica propia en el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2019 que ha presentado el Gobierno de Pedro Sánchez, si se pone el foco en el ámbito geográfico de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida. El documento contempla una partida de 20 millones de euros para continuar los trabajos de la nueva autovía A-33 en la Font de la Figuera. De esta manera, la cuantía destinada a la infraestructura se incrementa en 1,8 millones de euros (un 10%) tomando como referencia las previsiones que reservaba para 2019 el último presupuesto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy el año pasado. Respecto a 2018, la inversión aumenta en 807.000 euros.
Si las cuentas salen adelante -el Ejecutivo socialista no tiene garantizados los apoyos en las Cortes- y se ejecutan la totalidad de los fondos presupuestos lo largo de este ejercicio, únicamente restará una inversión de 9,9 millones de euros -frente a los 12,18 proyectados en 2018- para poner fin a 12 años y medio de obras en la variante que conecta la A-31 y la A-35. La lentitud del proyecto en los accesos a la Font y los continuos atrasos han llevado al ayuntamiento a protestar en numerosas ocasiones. Las obras estatales que afectan a la localidad, además, han sido un foco de problemas por la modificación de las escorrentías y la generación de inundaciones, una circunstancia que el consistorio continúa peleando a todos los niveles para solucionar.
Aunque las cuentas no asignan una partida específicia para la modernización de la línea ferroviaria Alcoy-Xàtiva, el Gobierno mantiene el compromiso de ejecutar una inversión de 20 millones de euros orientada a la instalación de sistemas de bloqueo, la renovación de las vías y la sustitución de los actuales trenes dentro de los fondos destinados a mejoras en la red de cercanías. En ese sentido, hay abiertos dos expedientes de actuación. El primer proyecto se licitó en diciembre de 2018 por 8,6 de euros y persigue el objetivo de mejorar las frecuencias del tren. Una vez adjudicada la actuación, tardará 10 meses en ejecutarse. El segundo proyecto, ligado a una inyección de 12 millones de euros, está en tramitación y permitirá reducir los tiempos de viaje. Según las estimaciones del Ministerio de Fomento, los trabajos no se iniciarían hasta finales de este año.
El Gobierno destina en los presupuestos 105 millones para finalizar la línea València-Xàtiva de alta velocidad, cuyas obras también se eternizan en el tiempo (desde 2005). Si se cumplen los plazos, por otra parte, en febrero Adif debería restablecer la línea de cercanías C2 entre l'Alcúdia de Crespins y Moixent tras 9 años interrumpida por las obras del AVE y el Corredor Mediterráneo.
Las presas se quedan fuera
Las cuentas de 2019, en cambio, no incluyen ninguna actuación nueva en materia de patrimonio, infraestructuras hídricas o cualquier otro ámbito en las comarcas de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida. Una sequía inversora que contrasta con las inversiones que reciben otras localidades como Sagunt, Alzira o Paterna.
El primer presupuesto del Gobierno de Sánchez no ha rescatado las dos presas de prevención de avenidas anunciadas hace una década y contempladas en el plan antiinundaciones del Júcar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy paralizó en 2011 como consecuencia de la crisis económica. Ambas infraestructuras se diseñaron originalmente en Estubeny y Montesa con un desembolso cuantificado en 80 millones de euros. La tramitación del primer proyecto se encontraba en fase más avanzada, pero el Ministerio cambió de prioridades y puso el proceso en punto de muerto. En 2014, la CHJ incluyó las obras en el Esquema de Temas Importantes (EPTI), pero aplazó la inversión a 2022 y situó la construcción de una de las presas en Sellent.
