La guerra interna desatada por la configuración de las listas ha dejado a Compromís sin representantes en el Ayuntamiento de Xàtiva a cuatro meses para las elecciones municipales de mayo. Las tres regidoras de la coalición integradas en el Govern de Sant Domènec comunicaron ayer su baja en bloque del Bloc en una comparecencia conjunta en la que no escatimaron críticas al funcionamiento y a los órganos de dirección locales y nacionales de la formación. Especial relevancia cobra la marcha del partido de la histórica dirigente Cristina Suñer, teniente de alcalde y responsable de Urbanismo en Xàtiva, concejal durante 16 años, cuatro veces candidata y azote del PP en los años de gloria de Alfonso Rus.

Pero hay más: junto a las tres ediles de Compromís también han desertado del Bloc -fuerza ampliamente mayoritaria en la coalición- otros 13 militantes que las arropan. El colectivo, que no llega al medio centenar de integrantes en Xàtiva, queda muy debilitado con la pérdida de al menos un tercio de su militancia. Pese a desligarse de la fuerza política, las tres regidoras anunciaron ayer que agotarán el mandato en sus delegaciones municipales de gobierno: no renunciarán al acta de concejal. «Nos define la honestidad y la responsabilidad. Tenemos un contrato con la ciudadanía de Xàtiva y con quienes nos votaron en 2015. Algunos compañeros se han olvidado de que representamos algo más que un proyecto político: representamos a los ciudadanos», manifestó Suñer.

Con las emociones a flor de piel, la portavoz municipal se dirigió al aparato del partido para expresar su «tristeza» por el «menosprecio» hacia la labor desplegada por las regidoras en el consistorio. «Hemos sufrido acusaciones desagradables y no probadas, tanto de la ejecutiva local como de la nacional, que han menoscabado nuestra dignidad como personas», ahondó Suñer. «Nos sentimos dolidas y nos vamos del Bloc con la sensación de haber hecho bien nuestro trabajo y con orgullo. No entendemos nuestra vida sin el nacionalismo valenciano. No hemos venido a hacer política más que basada en este principio conectado con la izquierda y con una serie de valores que no estamos dispuestos a renunciar», agregó.

«Nos hemos sentido muy solas en la representación institucional y en la toma de decisiones. Hay una serie de personas en el poder orgánico que están poniendo por delante sus intereses personales. No hay diferenciación ideológica porque no hay ideología en el otro lado. Esto es un quítate tú para ponerme yo», opinó Suñer en referencia al pulso mantenido con la dirección del partido, que desde 2015 ha maniobrado entre bambalinas para dejarla sin ningún poder interno por las diferencias con su gestión. A juicio de la portavoz municipal, la dirección nacional del Bloc «quiere eliminar a la gente que no es de su cuerda en todos los municipios» y está dispuesta a sacrificar por el camino a «personas que llevan mucho tiempo trabajando por el proyecto nacionalista» para reemplazarlas por «gente alejada de la vida institucional» y sin experiencia «que fuera de la vida política no tiene nada». Con ello, bajo su punto de vista, se desaprovecha «toda la labor desplegada a lo largo de estos 16 años. Nosotras no necesitamos a la política para vivir», incidió Suñer, que cuestionó la autodenominada «nueva política», con la entrada en cargos orgánicos «de personas con cero días cotizados», sentenció.

Estudian una alternativa electoral

Las tres regidoras no cerraron la puerta a la posibilidad de explorar una fórmula alternativa para presentarse a las elecciones, aunque dejaron claro que no tienen nada decidido. «Mucha gente nos ha dicho que nos presentemos y es una posibilidad que deberíamos estudiar», observó Empar Penadés, que el pasado jueves renunció a su candidatura a las primarias por desconfiar de las formas del aparato local del partido.

La falta de transparencia, participación y democracia interna son algunos de los argumentos esgrimidos por los 16 militantes que han abandonado el Bloc de Xàtiva en cascada. «La ejecutiva se ha arrogado la soberanía y las funciones propias e inherentes a la asamblea de militantes», señala una de las cartas remitidas a la dirección. Los díscolos afean a los órganos nacionales su «falta de atención y preocupación» para resolver el conflicto interno en Xàtiva, y censuran la ausencia de reuniones y el incumplimiento de los estatutos: solo se han convocado dos asambleas del Bloc y cuatro de Compromís en tres años.