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El callejón de la discordia de Xàtiva

La Audiencia condena a dos comunidades de propietarios a retirar las puertas que impiden el paso en el vial de la Baixada de l'Estació tras la denuncia de otra comunidad que perdió el derecho de paso - Las partes negocian una alternativa

Puerta instaladada en el callejón por la parte de Baixada de l'Estació, en una imagen de ayer. perales iborra

Muchos vecinos de Xàtiva recuerdan haber atravesado el callejón que conecta la Baixada de l'Estació y la calle Escultor Esteve desde los años 70 hasta hace tres años. Este vial,un atajo que une un conglomerado de bloques de edificios y garajes desperdigados por varias calles de las inmediaciones hasta desembocar en pleno núcleo comercial de la ciudad, es objeto de un litigio judicial desde que, en febrero de 2015, dos comunidades de propietarios instalaron unas puertas metálicas para impedir el acceso libre al callejón con el permiso del Ayuntamiento e Xàtiva.

La decisión, motivada por la suciedad, el vandalismo y el ruido que soportaban los vecinos como consecuencia de la circulación de viandantes, no fue comunicada a los propietarios del edificio España, que se vieron privados del derecho de paso y uso del callejón, única entrada que comunica el garaje, la planta baja y los entresuelos del citado inmueble. Diversos negocios y bajos comerciales afectados protestaron por la medida.

La comunidad del edificio España, en la Baixada de l'Estació, formuló una demanda en los tribunales y la Audiencia Provincial le ha dado la razón en el marco de un procedimiento cautelar. La sentencia, dictada el 3 de diciembre, condena a las dos comunidades promotoras del cierre a reponer el derecho posesorio de los propietarios denunciantes sobre el callejón «eliminando las puertas instaladas» para que estos puedan pasar por el vial «tanto a pie como mediante vehículos». Según expone el fallo, ha de retirarse «cualquier otro impedimento que obstaculice el paso en idéntica forma a la que con anterioridad a la colocación de la puerta se realizaba».

Sin embargo, el desenlace del litigio no está ni mucho menos escrito, puesto que las dos partes podrían llegar a una solución alternativa pactada. La representación de las comunidades denunciadas ha puesto encima de la mesa una propuesta que retornaría el derecho de paso a los propietarios del edificio España a pie y en coche, pero manteniendo el cierre del callejón al público general para evitar los trastornos generados por el vandalismo. De igual forma, se debería garantizar el acceso a minusválidos, otra de las quejas de los demandantes. La comunidad que interpuso el pleito ha constituido una comisión para evaluar la posibilidad de llegar a un acuerdo negociado: su junta de propietarios tendrá la última palabra.

En caso contrario, podría iniciarse una nueva vía ordinaria en los tribunales, puesto que las comunidades que colocaron la puerta no son partidarias de su retirada y defienden el carácter privado del vial. La sentencia de la Audiencia no se pronuncia sobre la existencia o no de servidumbre de paso por el callejón, una cuestión que suscita división de opiniones y que se halla en el germen de otras polémicas precedentes. A principios de siglo, el gobierno municipal de Xàtiva quiso expropiar el callejón a petición de un constructor para dar acceso a un aparcamiento colindante. Pero el consistorio terminó dando marcha atrás por las quejas de los propietarios afectados, que alertaron del colapso y la estrechez del trazado.

La Audiencia Provincial considera «probado sin género de dudas» que se ha producido una «perturbación del hecho posesorio», dado que los demandantes hacían uso del vial desde mucho antes de la colocación de las puertas. En cualquier caso, la controversia de fondo sobre si la demandada ostenta el legítimo derecho al cierre del callejón o no y en qué terminos debería dilucidarse en un juicio ordinario paralelo, según recalca la sala de magistrados.

El ayuntamiento vendió parte del callejón a dos particulares en 1983. Hasta ese momento, era una vía pública que había existido desde tiempo inmemorial, con anterioridad a la urbanización de la zona. Ello aseguraría la existencia de un derecho de paso por el trazado que primaría sobre la titularidad pese a no estar inscrito en el registro de propiedad. Por el callejón, lleno de suciedad y pintadas, discurre además una acequia. La parte demandada denunció que antiguamente una reja impedía el paso, pero era saboteada continuamente.

El juzgado desestimó la denuncia

En primera instancia, el juzgado de instrucción de Xàtiva desestimó la demanda de la comunidad del edificio España después de que, con posterioridad al pleito, los promotores del cierre del callejón ofrecieran unas llaves a los denunciantes para acceder por una puerta peatonal. Estos, sin embargo, recurrieron argumentando que esta decisión no legitimaba «la desposesión y perturbación del derecho de paso» e incidiendo en que seguían sin tener acceso por la puerta general. Y les dan la razón.

Los propietarios afectados, sobre todo los de los locales comerciales de Baixada de l'Estació con un acceso de servicio desde el callejón, sostienen que se produjo un «grave perjuicio» con la medida y aseguran que «la entrada lateral al edificio por el callejón es la única que da a acceso a personas con discapacidad a través del ascensor ubicado en el entresuelo, que comunica con el garaje, los locales y las viviendas». Las mismas fuentes hacen hincapié en las «incomodidades para clientes, proveedores y trabajadores» de los negocios y en la pérdida de valor de los locales.

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