El pleno del Ayuntamiento de Xàtiva debatirá este sábado la solicitud de declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial de la festividad del Corpus de Xàtiva, extremo que adelantó Levante-EMV el martes pasado. El consistorio ofreció ayer una rueda de prensa para oficializar el anuncio. Asistieron el alcalde, Roger Cerdà; el concejal de Cultura, Jordi Estellés; el abad de Xàtiva, José Canet, y el historiador Sebastià Garrido, en representación de la Associació d'Amics del Corpus. Tanto esta entidad como la Iglesia se adhirieron a la petición mediante una instancia presentada el 13 de diciembre.

El alcalde ha aprovechado la comparecencia para anunciar que la inauguración del Museu del corpus está previsto que se produzca «a lo largo del mes de marzo», dijo ayer. El futuro museo se ubicará en la Casa Santandreu, un inmueble de titularidad municipal que forma parte del complejo del exconvento de Sant Domènec. Según añadió Cerdà, «la inversión que se ha realizado hasta el momento para acondicionar este espacio para su uso como Museo del Corpus ronda los 85.000 euros».

La declaración como BIC del Corpus de Xàtiva es una vieja aspiración para varios colectivos culturales de la ciudad. El origen de la celebración en Xàtiva, con un doble componente cívico y religioso, se remonta al siglo XIV. La fiesta logró una notable suntuosidad en la ciudad y llegó a rivalizar en importancia con la de Valencia capital. Según Sebastià Garrido, figura clave en la recuperación del corpus experimentada a partir de los años 80 y 90, «hay un hecho histórico: hasta la Guerra Civil, el Corpus era la fiesta grande de Xàtiva». Según el historiador, la solicitud BIC para el Corpus «es dignificar la ciudad. Hay una tradición escrita que nos habla de la dignidad de la fiesta y se ha hecho un inmenso trabajo de documentación en su proceso de recuperación», expuso ayer.

En el escrito que dirigió a la comisión informativa de Cultura, Estellés señala sobre el Corpus que «todo este antiguo esplendor se ha ido recuperando progresivamente desde 1980, primeramente con la restauración de los Gegants, los Nanos dignificados por sus portadors y balladors; también por el rescate de varios elementos como el Arca de la Alianza, el Raïmot, el Agüelo Colomet, las Heroínas, David y Betsabé, etc.». Y todo ello, añade, «gracias a la aportación voluntaria de los miembros de la Associació del Corpus de Xàtiva que viene gestionando la fiesta con el patrocinio consistorial y por delegación del Ayuntamiento de Xàtiva, a través de la concejalía de Cultura».

Por su parte, el abad de Xàtiva, José Canet, destacó la importancia de revestir con fastuosidad la festividad del Corpus, ya que «se trata de celebrar el sacramento de la eucaristía». Canet remarcó el relieve histórico y antigüedad de la celebración en Xàtiva con datos como que hay constancia documental de unas ordenanzas de 1333 (en Valencia, el Corpus se celebra desde 1356) en las que se crean dos cofradías en Santo Domingo que tenían entre sus obligaciones acompañar al santísimo sacramento con blandones encendidos durante la celebración del Corpus.