disponer de una oferta de alojamiento suficiente, diversa y de calidad es uno de los elementos fundamentales para que una ciudad sea verdaderamente un destino turístico. Se sobrentiende que cuando un destino turístico asiste a una feria de la magnitud de la Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur, cuenta con una oferta turística adecuada, preparada para satisfacer al potencial visitante y capaz de atender con garantías su demanda, incluyendo entre ellas la posibilidad de pernoctar en el destino sin demasiadas complicaciones, al margen que se presenten, coincidiendo con la asistencia a cada una de las sucesivas ediciones de este foro turístico de gran repercusión, determinados hitos promocionales o novedades, que siempre han de girar en relación con esta oferta básica en perfecto estado de revista. De lo contrario, la presencia en una feria como Fitur puede quedar en un simple escaparate para una posible visita excursionista puntual que, además, otros destinos turísticos cercanos, estos sí con una potente oferta de alojamiento, pueden aprovechar para ofrecer desde sus establecimientos en sus ciudades, generando riqueza y empleo, en mayor medida para el destino alojador que para el excursionista.

Xàtiva acude a la presente edición de Fitur con menos plazas hoteleras que las escasas que ya tenía, en relación con su enorme potencial turístico, en 2018. El cierre del hotel Murta a mediados del año pasado ha supuesto la pérdida, como posible destino turístico, de 62 plazas, en unas 30 habitaciones, sobre un total de 165 plazas totales en la ciudad y 175 en su comarca. El dato es impactante y preocupa todavía más, de cara a las posibilidades turísticas de la ciudad, la idea lanzada a los medios de comunicación de convertir las instalaciones del antiguo hotel Murta, sometido hace poco tiempo a una importante reforma y modernización, en una residencia de futbolistas. En este contexto el back office del encuentro en Fitur entre el alcalde de Xàtiva y representantes de la India, país del grupo inversor que ha desembarcado en el club deportivo Olímpic, genera dudas razonables en relación con el uso del antiguo hotel, ubicado junto al estadio de fútbol municipal del mismo nombre, y la posible reincorporación de sus 62 modernizadas plazas hoteleras a la oferta turística de una Xàtiva que, en boca de sus máximos responsables municipales turísticos en la feria, persigue «materializar su potencial turístico trabajando en una oferta turística de calidad que genere puestos de trabajo desestacionalizados».

Buceando por internet se puede ver un antiguo anuncio del Gran Hotel Españoleto de Xàtiva tras su inauguración. Con una atractiva fotografía para la época, del primer tercio del siglo XX, se vendía como «el más moderno y confortable de todo el Reino valenciano». Con «ascensor eléctrico, grandes terrazas dominando la histórica ciudad, su encantadora vega y el gótico castillo» se anunciaban sus modernos servicios, con sala de fiestas, excelente cocina, garaje taller y recogida en automóvil desde la estación de ferrocarril, además de sus tarifas de alojamiento y restaurante, calificadas como de «precios económicos».

Poco ha avanzado, tal vez incluso ha retrocedido, la calidad de la promoción hotelera turística de Xàtiva tras la pérdida, hace ya muchos años, del hotel Españoleto. La ciudad sigue necesitando con urgencia uno o varios grandes hoteles, amplios, con capacidad y servicios de calidad al nivel de su magnífico conjunto histórico-artístico e integrados en el mismo. Es tal vez una más de las asignaturas pendientes desde que la ciudad asiste, con el gobierno anterior y ahora con el actual, a Madrid. Se echa de menos la mediación e interlocución de los representantes del ayuntamiento, mano a mano con el sector local empresarial y de servicios, en una intensa agenda de contactos profesionales con las numerosas cadenas hoteleras que acuden a Fitur: con una adecuada planificación y la preparación de una oferta seductora, atractiva y competitiva capaz de atraer la inversión a la ciudad para ubicar un hotel de referencia con la garantía y saber hacer de una marca hotelera de prestigio. Pero mientras se siga errando en política municipal, confundiendo el público objetivo del destino turístico de Xàtiva, dirigiendo el foco, en lugar de hacía el potencial visitante, hacía el habitante de la ciudad como oferta cultural-electoral „el caso del Festival Nits al Castell o las visitas guiadas organizadas al antiguo Real Monasterio de Santa Clara„, al tiempo que los monumentos nacionales y museos de Xàtiva siguen con un horario de apertura en fin de semana y festivos más que precario y sin una visita guiada oficial básica diaria, quedará, como desde ya hace demasiados años, casi todo por hacer en turismo.