No habrá bailarinas de estriptis ni espectáculos eróticos: solo ambientación musical, un futbolín, un billar y una diana. El propietario del pub de la Porta de Sant Jordi de Xàtiva mantiene sus planes de abrir el local, pero bajo otra denominación y limitándose a ofrecer una actividad más rudimentaria, similar a la que ya se ofrecía con anterioridad.

Iván Martínez reconoce que la campaña publicitaria que lanzó para promocionar la inauguración fue desafortunada. El anuncio desencadenó una respuesta de rechazo por parte del Consell de les Dones y condujo al ayuntamiento a advertirle de que el pub carecía de licencia para operar como club de estriptis. «Se me ha malinterpretado, pero he retirado los carteles y rectificar es de sabios. En ningún momento mi intención ha sido la de discriminar a nadie ni la de hacer algo exclusivo para los hombres», manifiesta a Levante-EMV. El propietario lamenta el revuelo generado por su propuesta inicial y quiere pasar página, por lo que hace un llamamiento a la «calma» para «apaciguar las cosas».

Martínez anuncia que el local pasará a llamarse Freedom Music Club y funcionará exclusivamente como un pub cualquiera con música pop. Hoy mismo tiene una reunión en el ayuntamiento para ultimar los pasos a seguir con tal obtener la licencia de apertura, el único trámite que le falta, puesto que el negocio está acondicionado para la actividad: hasta hace medio año estuvo ocupado por el pub Plan B. El propietario invita al Consell de les Dones «a venir un día» para comprobar que lo que dice es cierto.

Martínez también es consciente de las molestias que durante años ha ocasionado el pub a los vecinos de la finca en cuyo bajo se ubica, pero se compromete a respetar la normativa. «El local está insonorizado y completamente adaptado: el verdadero problema es que la gente sale fuera a fumar y arma mucho escándalo: vamos a estar muy atentos a eso», mantiene. El propietario subraya que ha invertido 36.000 euros en el pub, de los cuales 25.000 euros los dedicó a la compra del local. «Tengo 6 meses parado el negocio, con lo que eso implica. Lo único que quiero es un jornal para poder vivir. No pido más», recalca. «Tengo todos los documentos y el seguro pagados y cumpliremos todo lo que nos pidan», agrega el dueño de Freedom, que lamenta la multa que le puso el consistorio por pintar el interior del bajo. «Era una obra menor, no sabía que tenía que pedir permiso y comunicarlo», incide.