Con la natalidad por los suelos, el padrón de habitantes en caída libre, la población cada vez más envejecida y la fuga de jóvenes a otros territorios en busca de oportunidades a la orden del día, solo un indicador ofreció un rayo de luz en medio de los nubarrones demográficos que en 2017 se extendieron sobre las comarcas de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida. Por primera vez después de siete años consecutivos de descensos, el número de residentes de origen extranjero experimentó un ligero repunte en el conjunto geográfico. El último balance oficial publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) censa a 1 de enero de 2018 un total de 15.087 inmigrantes empadronados, un 0,82% más que el año anterior (cuando la cifra se desplomó un 4%).
El dato contribuyó a mitigar la sangría demográfica en un territorio que, en contraste con la tendencia autonómica, perdió 650 habitantes en 2017. Un retroceso que hubiera sido más alarmante de no haber sido por el incremento de 141 residentes procedentes de otros países. La evolución, en cualquier caso, fue muy dispar en cada una de las tres comarcas. La Vall d'Albaida registra 227 habitantes foráneos más que el año anterior, de los cuales la práctica totalidad (207) se concentra en Ontinyent, una localidad en la que suelen producirse importantes oscilaciones de un ejercicio a otro debido a la alta fluctuación y a las regularizaciones del padrón originadas por los problemas para contabilizar a muchos migrantes que no actualizan sus datos de residencia y no son localizados. Lo mismo ocurre en otros municipios con una gran densidad de población extranjera, como Canals o Enguera. La primera localidad aglutinó la mayor parte del incremento (con 35 empadronados de otros países más) de la Costera, comarca en la que el censo de extranjeros creció en medio centenar de personas. Xàtiva, sin embargo, perdió 54 habitantes foráneos en 2017. Teniendo en cuenta que esta ciudad acabó el año con 25 empadronados menos, el dato apunta a un repunte del número de vecinos españoles.
Contradiciendo a sus comarcas vecinas, la Canal perdió un centenar de habitantes de otros países en 2017. Este territorio es el más damnificado por el último descenso global del número de empadronados (con un retroceso del 1,6%). A 1 de enero de 2018, solo en Enguera el INE censaba 65 extranjeros menos que un año antes.
Representan menos el 9%
La cifra de residentes foráneos bajó en una treintena de los 61 municipios de las tres comarcas y subió en otros 25. En el resto de localidades, el dato se mantuvo intacto. Los descensos más pronunciados se registraron en Aielo de Malferit (34 extranjeros menos), l'Olleria (28 menos), Vallada (24 menos), Moixent (21 menos), la Pobla del Duc (18 menos), Chella (17 menos), Alfarrasí (15 menos), Quatretonda (13 menos) o la Llosa (11 menos).
En cambio, los incrementos de población de otros países fueron notables en 2017 en municipios como Benigànim (82 empadronados más) l'Alcúdia de Crespins (46 más), Llutxent (22 más), Albaida (20 más), Agullent (18 más) o Rotglà i Corberà 816 más).
El peso de los residentes extranjeros sobre el padrón se ha hundido en más de cuatro puntos en el territorio. En 2008, los inmigrantes representaban el 13 % del censo, mientras que en la actualidad apenas suman el 8,6 %.
Las tres comarcas censan 10.903 ciudadanos de países de la Unión Europea, 1.832 africanos, 1.193 americanos y 389 asiáticos. La comunidad más numerosa sigue siendo la búlgara, aunque su presencia ha descendido un 3% respecto al último balance: son 5.138 vecinos y representan al 34 % del total de los migrantes. La población de origen rumano también ha retrocedido hasta los 3.693 habitantes (un 2%), mientras que hay 1.458 vecinos procedentes de Marruecos, un centenar más que en 2017. Ucranianos y chinos censan 393 y 220 empadronados respectivamente, algo menos que en 2016.
La colonia de residentes empadronados procedentes de Venezuela fue la que más creció porcentualmente en 2017 respecto al año anterior en la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida. En solo un año, el censo ha pasado de 29 a 66 vecinos originarios del país caribeño, concentrados en Xàtiva (20), Canals (11) y Ontinyent (16). Otra de las comunidades que crece es la de británicos, a pesar de Brexit: a 1 de enero de 2018 se contabilizaban 961, casi una veintena más que en el balance anterior. El INE también censa 233 argelinos, 111 argentinos 173 italianos, 203 ecuatorianos o 165 franceses.
