El progresivo hundimiento del trazado vial llevaba tiempo siendo denunciado por los vecinos de la calle Poeta Chocomeli de Xàtiva, donde algunas casas y garajes han sufrido desperfectos, grietas y abombamientos en los últimos años como consecuencia de las continuas filtraciones en el subsuelo. Las obras iniciadas por el ayuntamiento para remediar la situación afloraron ayer una montaña de toallitas, pañales y otros residuos sólidos que taponaban un viejo ramal de la acequia Murta al que dos bloques de fincas de la calle Gonzálo Viñes que no están debidamente conectadas al alcantarillado vierten desde hace medio siglo sus aguas fecales.

Según indican fuentes municipales, el colapso provocado por estos vertidos prolongados en el tiempo explicaría en buena medida los problemas de los que se quejan los vecinos. A los socavones que dificultaban la circulación en Poeta Chocomeli se suman las frecuentes inundaciones de garajes o a las humedades en las casas. El consistorio ha pedido a los propietarios de las fincas afectadas que costeen las acometidas privadas necesarias para conectarse a la red de aguas residuales y evitar nuevos vertidos. El coste rondaría los 4.000 euros. La situación también afecta a un casal fallero. En las inmediaciones, el ayuntamiento está ejecutando trabajos de mejora de la red de saneamiento y prevé una inversión de unos 9.000 euros. En otra calle colindante, Blai Bellver, se registra un problema similar.

El concejal de Aguas, Ignacio Reig, señala como «habitual» las actuaciones como la de ayer para liberar tapones e identifica al menos una decena de puntos en Xàtiva en los que aún se producirían vertidos fecales a la acequia Murta como consecuencia de la antigua práctica de aprovechar la conducción como colector de aguas residuales. Varios de esos enganches ya se han eliminado y otros seguirán el mismo camino progresivamente.

Por otra parte, en la calle Corretgeria se ha estado reparando estos días en una fuga a dos metros de profundidad que causaba filtraciones en algunos bajos. Reig asegura que, en los últimos años, se ha conseguido mejorar la eficiencia de la red hídrica y se ha reducido en torno a un 20 % el consumo que se perdía con las numerosas fugas existentes.